domingo, 28 de octubre de 2018

1989. Palabras de Su Majestad el Rey al Cuerpo Nacional de Policía al recibir la Medalla de Oro de la Orden del Mérito del Cuerpo

El día 20 de Noviembre de 1989, su Majestad El Rey de España Don Juan Carlos de Borbón recibía en la Escuela General de la Policía de Ávila la Medalla de oro al mérito Policial, que le fue entregada por el ministro del Interior, José Luis Corcuera. 

Los Reyes de España llegaron al centro Policial, donde fueron recibidos por el ministro del interior José Luis Corcuera, el secretario de Estado para la seguridad Rafael Vera, el director de la Policía José María Rodríguez Colorado, el presidente de la junta de Castilla-León, alcalde de Ávila, autoridades civiles y militares, profesores de la Escuela y mandos de la Policía Nacional. 

S.M, el Rey D. Juan Carlos I, con uniforme de la Policía Nacional

700 alumnos, cien de ellos mujeres, rindieron honores al Rey de España. Posteriormente los Reyes descubrieron una placa conmemorativa del acontecimiento y realizaron una visita a la academia. 

En el salón de actos de la academia, el ministro del Interior José Luis Corcuera impuso la medalla de oro de la Policía a Don Juan Carlos. Agradeciendo tal distinción el Rey de España pronunció el siguiente discurso: 

“Como a pesar de la proximidad entre Madrid y Avila, a veces no se debe ser arriesgado en la lucha contra los elementos, el pasado día 6 no nos fue posible a causa de la niebla llegar al acto para entonces previsto y que ha sido aplazado hasta hoy. 

Lamento de verdad este obligado retraso y quiero expresarlo ante todo, a la vez que celebro poder encontrarme hoy, al fin, entre todos vosotros para recibir esta Medalla de Oro que con tanta generosidad como afecto me otorgáis. Y lo hago con un profundo sentimiento de orgullo porque es símbolo de lealtad, de espíritu de servicio y de vocación por la tarea que os incumbe. 

El Cuerpo Nacional de Policía constituye una de las instituciones básicas para que nuestra vida pública se desarrolle en el marco de paz, orden y libertad que son patrimonio de una sociedad moderna como la nuestra. 

Por esas razones traéis también con vuestra presencia a este acto el aliento y el saludo de miles de compañeros que, ahora mismo, protegen el trabajo, la tranquilidad y la alegría de un día de España. A todos quiero expresaros la alta consideración que merecéis del Estado y de sus máximos organismos políticos, siempre abiertos a considerar las justas reivindicaciones profesionales. 

El Cuerpo Nacional de Policía y cada uno de sus miembros, habéis sabido granjearos, día a día, el cariño de la sociedad y de sus familias, que os ven actuar como escudo y centinela contra la inseguridad ciudadana en sus más variadas formas. Es cierto que el delito y sus organizaciones utilizan, en el mundo de hoy, enormes recursos y las técnicas operativas más sofisticadas. La prevención y la persecución de esa delincuencia, que dispone de potentes enlaces internacionales en muchos casos, os exige la mayor dedicación y los más altos sacrificios. 

Pero no estáis solos en esa tarea de importancia decisiva. Los españoles saben el esfuerzo que sin descanso realizáis y os respaldan por ello. Hemos de conseguir, entre todos, que la sociedad y el poder estatal amplíen los recursos que necesita el Cuerpo Nacional de Policía y que, desde las perspectivas del humanismo y del derecho democrático, se facilite el estímulo a vuestra acción y eficacia. En esa tarea consideradme muy unido a vosotros, porque todos debemos estarlo en la defensa de los derechos humanos, en los esfuerzos por el progreso de nuestro pueblo, en el mantenimiento de la convivencia y del orden. 

Precisamente el pasado día 6, cuando hubieron de suspenderse estos actos, recibimos con dolor e indignación la noticia del vil atentado del que fue víctima en Algorta el Subinspector del Cuerpo Nacional de Policía, Eladio Rodríguez García. 

Al recordar su sacrificio, prometámosle seguir luchando por erradicar de nuestra patria esa plaga criminal que ha puesto fin a su vida. 

Con mi admiración por la dura y a la vez hermosa tarea que os cumple realizar, os doy un abrazo entrañable, del que es prenda segura esta Medalla de Oro que siempre estará conmigo. 

Muchas gracias". 

Nota del autor: El día 6 de noviembre era la fecha prevista para que el Rey de España Don Juan Carlos recibiese en la Escuela de Policía de Ávila la medalla de oro del mérito policial. Sin embrago el helicóptero que trasladaba a los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía a Ávila se vio obligado a regresar a Madrid por el aumento de nubosidad sobre la sierra de Gredos. 

Carlos Fernández Barallobre. 

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