viernes, 25 de febrero de 2022

Policías y escritores (VII)

Nuestro buen amigo, compañero y miembro de la Junta Directiva de la Orden de la Placa y el Mérito, Antonio Alonso Rodríguez, nos remite esta séptima entrega de la serie "Policías y escritores". Un magnífico trabajo de muy gran amigo Antonio a quien agradezco su valiosa aportación a la historia corporativa.

TOMAS SALVADOR ESPESO

En esta séptima entrega de la serie “POLICÍAS Y ESCRITORES” vamos a referirnos a uno de los más conocidos por el gran público, que llegó a ser galardonado con el premio literario más acreditado de España, el Premio Planeta, fue director de una prestigiosa editorial, Ediciones Marte, además de crítico literario, columnista y autor de más de 40 libros de los más diversos temas: narrativa, novela policiaca, humorística, histórica y ser uno de los precursores de las novelas de ciencia-ficción española. Nos estamos refiriendo al inspector del Cuerpo General de Policía Tomás Salvador Espeso.

Nace Tomás Salvador Espeso el 9 de marzo de 1921 en la localidad palentina de Villada. Hijo de un guardia civil pasa sus primeros años en esa localidad pero a los nueve años, debido a un cambio de destino del padre, se traslada a Madrid, viviendo en la zona de Ventas, junto a la Plaza de Toros que en esos momentos se estaba terminando. Estudia en la Fundación Caldeiro, un colegio religioso regentado por los franciscanos capuchinos que, además de los alumnos de pago, admitía alumnos becados sin grandes medios económicos como era el caso del joven Salvador.

El inicio de la guerra civil le sorprende en Madrid y con la familia separada. Su padre, junto a su hermano mayor, también Guardia Civil, se encontraban en esos momentos en Jaca, y  él, junto a su madre y a su hermano menor, estaban en la Capital.

Tomás Salvador relató, en una entrevista periodística su vida en Madrid durante la guerra, “a los quince años, cabeza de familia… terminación brusca de la adolescencia, trabajé de todo, alpargatero, buscar carbonilla en los vertederos, peón de albañil, a lo que terciara… hambre, mucha hambre, pero una contrapartida: se formaron muchas bibliotecas con los libros incautados, allí aprendí a leer desaforadamente” (1).

Es movilizado en 1938, con 17 años, por el bando Republicano, y destinado al frente de la sierra de Guadarrama. Una vez acabado el conflicto fue llamado a filas por el bando ganador para realizar el servicio militar, siendo destinado al Regimiento de Transmisiones del Aire (2).

En 1941 se alista en la División Española de Voluntarios, la prestigiosa División Azul, donde combate hasta abril de 1943. Este hecho marca su vida ya que siempre tuvo a gala haber pertenecido a esa unidad, llegando incluso a ser precursor de las Hermandades de Combatientes de la División azul y director de su órgano de expresión, “Hermandad”. Durante los combates en Novgorod fue herido al explosionar una granada junto a él provocándole una sordera que le acompañó toda su vida y que fue empeorando con el tiempo. Por sus servicios en esa heroica unidad fue recompensado con tres cruces rojas al Mérito Militar, otra de Campaña, una más de Herido en Combate y finalmente con la condecoración alemana Winterschlacht im Osten 1941/42 (Medalla de la Campaña del Este 1941/42) (3).


Fotografía de Tomás Salvador, reproducida en la «Hoja de campaña» de la División Azul número 17 de 2 de marzo de 1942, al recibir el aguinaldo navideño mandado a Rusia por la Falange Española a los miembros de la División

A su regreso a España decide ingresar en la Policía y el 25 de mayo de 1944 es nombrado agente de 3ª clase del Cuerpo General de Policía, siendo destinado a la ciudad de Barcelona, concretamente a la comisaría de Travesera de Dalt, lugar en el que vivió hasta el final de sus días.

Fotografía de Tomás Salvador al ingresar en el Cuerpo General de Policía (4) en 1944 con 23 años

Permanece en el Cuerpo hasta que en los primeros años de los 60, tras recibir el Premio Planeta, decide solicitar la excedencia para atender, con plena dedicación, su vocación literaria. Se jubiló en 1970 como inspector de 3ª clase debido a que la sordera que padecía fue agravándose hasta hacer incompatible su trabajo en la institución.

Falleció en la mañana del 23 de junio de 1984 a causa de una enfermedad pancreática tras estar 20 días en la UCI de la Clínica Quirón de Barcelona y enterrado en el cementerio de Cerdanyola donde recibió cristiana sepultura. A su funeral acudieron numerosos amigos y compañeros, escritores como Luis Romero, Francisco Candel y el secretario y vicesecretario provincial de la Hermandad de la División Azul. Oficio la misa de funeral el sacerdote Alejandro Rey Stolle, amigo personal de Tomás Salvador, y también escritor y consiliario de la Hermandad de la División Azul.

TOMAS SALVADOR ESCRITOR

La actividad literaria de Tomás Salvador Espeso es impresionante, autor de más de 40 libros, cientos de artículos periodísticos y críticas literarias. Fue galardonado con el Premio Planeta en 1960, con el Premio Nacional de Literatura en 1954 y, ese mismo año, con el Premio Ciudad de Barcelona. Fue finalista en 1952 al Premio Nadal y ganador del Premio del Instituto de Cultura Hispánica un año después.


Tomás Salvador junto a su padre y su mujer, Mercedes Vergés Matas, al recibir el Premio Nacional de Narrativa en 1954 (5)

Además de escritor y periodista hay que reseñar su trabajo como crítico y editor. Fue asesor literario de la editorial Plaza y Janés, colaboró con la editorial Destino y fue director de Ediciones Marte. Fue el principal impulsor del Premio de la Crítica, que aún hoy en día se mantiene así como de otros premios literarios menores.

Estuvo muy implicado con las Hermandades de Combatientes de la División Azul, siendo el director de su revista nacional “Hermandad”.

En sus libros trabajó todos los temas. Narrativa, aventuras, policiaco, humor, literatura juvenil, novelas históricas y fue uno de los primeros autores españoles en escribir sobre temas de ciencia-ficción, con obras sobre este tema, que son icónicas actualmente en España.

Podemos destacar entre sus novelas «El atentado», (1960) donde relata desde el punto de vista del hombre que va a morir y desde el de los hombres que lo van a asesinar, la ejecución de esa acción criminal. Por esa novela recibió el Premio Planeta en 1960, aunque para muchos puede que no sea la mejor de sus creaciones ya que, a nuestro gusto, la superan otras obras como por ejemplo «Cuerda de Presos» (1953), Premio Nacional de Narrativa en 1954, donde relata las peripecias de dos guardias civiles, Serapio Pedroso y Salvador Albuín, en su traslado a pie desde un pequeño pueblo de León, Murias de Paredes, hasta los juzgados de Vitoria de un peligroso asesino, Juan Díaz de Garayo Ruiz de Argandoña, alias “el sacamantecas” del que ya tenemos referencias en este blog gracias a un artículo de Carlos Fernández Barallobre (6) o «Cabo de vara» (1965) en el cual narra la situación del penal de Ceuta a finales del siglo XIX, y por extensión del sistema penitenciario de la época, a través de la historia de uno de sus penados, Francisco Mora Conde alías «el botacristo», y de un funcionario de prisiones, el ayudante Antonio Molina, que observa el cambio que produce el paso por el penal a un joven presidiario que llega a convertirse en el «matón» del penal.


Tomás Salvador junto a Manuel Lara Hernández, director de la Editorial Planeta, tras recibir el Premio "Planeta" en 1960

Otra novela muy interesante es «Los atracadores» (1955). Se trata de una novela policiaca que pese a ser escrita por un policía, o tal vez por eso, ahonda en la mentalidad de los protagonistas, tres delincuentes de distinta procedencia social que finalizan su trayectoria cometiendo un atraco con homicidio, reflejando los ambientes de delincuentes de la época y no en describir el trabajo policial, como podría uno esperar al ser el autor un agente de la Ley. El mismo Tomás Salvador dice de su obra: “Este libro, que no es policiaco, que es, contrariamente, el libro de esa tremenda desgarradura social de los atracadores” (7). Novela de gran éxito en su momento, en su primera edición (y curiosamente no en las siguientes) llevaba una dedicatoria a otros policías, en concreto Juan Antonio S. Bustamante, a Domingo Manfredi, a Juan A. Escobar Raggio (8), a Conrado Ordóñez del Valle (9), a Manuel de Cunha y a los hermanos Pedro y Carlos Caba a los que califica como “todos policías, escritores todos” (10).

«División 250» es otra de sus obras más significativas. Es una obra coral con decenas de personajes, donde cada capítulo describe un momento significativo de la División Azul con un protagonista distinto cada vez, a veces un simple “guripa”, otras un suboficial o un oficial. Los capítulos están ordenados cronológicamente y empiezan en  1941 con “15 de julio: El vagón” donde los voluntarios, llenos de alegría, empiezan su aventura y finaliza en 1944 con el capítulo “Armas a la funerala” momento en que la Legión Azul recibe la orden de volver a España y su coronel, Antonio García Navarro, en una sentida arenga manda a sus legionarios: “Llevareis hoy, día de luto, los fusiles vueltos, como en los entierros, como en Semana Santa,  porque, os repito una vez más, es día de luto para nosotros” (11). Según escribió un crítico literario sobre «División 250» “Tomás Salvador consigue transmitir las sensaciones, las experiencias de los personajes, con la habilidad del maestro que ha hecho de la genialidad su rutina. Es esta la gran obra clásica de la División Española de Voluntarios en el frente del Este, debida a un magnífico escritor que fue en Rusia un simple soldado. Una emotiva recreación literaria con un único personaje central: toda la División.”



Portadas del libro «División 250», arriba la izquierda primera edición de Domus y abajo la de Plaza y Janés, colección Reno de 1975

Como ya hemos escrito Tomás Salvador es uno de los precursores de las novelas de ciencia-ficción española. Publicó, en 1959, «La nave» donde relata un viaje a otro sistema solar de cientos de años de duración donde los descendientes de los tripulantes iniciales serán los encargados de llegar a su destino, pero el tiempo trascurrido les ha hecho olvidar su pasado y el objetivo que perseguían sus ascendientes al embarcarse. En los años 70 publicó una trilogía, «Y…» (1972), «T» (1973) y «K (Killer)» (1974) que presenta un futuro distópico donde un profesor, llamado Martin Lord, es el protagonista en el Londres del año 2065. Otras novelas de ciencia-ficción también escritas por Salvador tienen un tono más ligero, como las protagonizadas por un vagabundo espacial bonachón, mujeriego y borrachuzo llamado Marsuf.

También se atrevió Tomás Salvador a escribir libros de temática histórica como «La guerra de España en sus fotografías» (1966), «El arzobispo pirata» (1982) o el que fuera su último libro publicado «Las compañías blancas» (1984); de relatos humorísticos con la serie de «Manolo» (1972-1976) e incluso inicio un «Diccionario de la real calle Española» (1969), del que, desgraciadamente, sólo se editó un tomo de los cinco previstos, escrito con “el propósito de glosar especialmente los voquibles NO recogidos en los diccionarios oficiales, glosándolos con humor y santa paciencia” (12). En este diccionario aparecen palabras como por ejemplo “ABOFETEAR: De bofetada. Golpe con la mano abierta. Tiene infinitos sinónimos: GUANTAZO / CHULETA / MOJICÓN / REVÉS / etcétera. Y su tradición violenta es larga como la misma Humanidad. El que abofetea, más que querer hacer daño, tiene la intención de ofender. No lo recomendamos. Una bofetada hace mucho ruido, pero ¿y después? Lo mejor es un buen puñetazo, o un trastazo con un palo. Claro que, entonces, ya no es ABOFETEAR” (13), o “AGUANTOFORMO: Neologismo de nuestra guerra civil, popularizado por Rafael García Serrano. Significa AGUANTARSE a lo vivo, a falta de CLOROFORMO, por ejemplo de anestésico popular. Un herido, atendido sin medicinas, operado a lo bruto, puede presumir luego de “YO FUI OPERADO CON AGUANTAFORMO”, es decir, con la propia voluntad y apretando los dientes: AGUANTE y FORMO (sin el CLORO). Muy popular, significa hombría, resistencia al dolor, acomodarse a las circunstancias” (14).



Tomás Salvador en 1974 en una entrevista para la revista "Hogar y Moda" (15)

Tres de sus libros fueron llevados al cine. En 1956, bajo la dirección de Pedro Lazaga se rodó «Cuerda de Presos» que resultó una excelente película con una gran acogida por el público y la crítica. En 1962 se llevó a la pantalla grande «Los atracadores» dirigida por Francisco Rovira Beleta, que fue premiada en el Festival de Berlín (Sección oficial de largometrajes) y por último, en 1978 «Cabo de vara» de Raúl Artigot.




Películas rodadas basándose en libros de Tomas Salvador

Escribió cientos de columnas en la prensa de la época (La Vanguardia Española, Los Sitios de Gerona, Arriba, etc.) que titulaba con nombres muy llamativos como, por ejemplo, «Columna, que algo queda», «Lo demás, es lo de menos», «Hablar sí cuesta algo» donde trataba de todo tipo de temas: política, religión, opinión o deportes. Cómo prueba basta un botón: Escribe una columna, en diciembre de 1962, en el semanario «SP», dirigido por Rodrigo Royo Masiá, otro miembro de la División, que tituló «La crisis está en nosotros», que desgraciadamente ha resultado premonitorio y eso que no podía saber que aparecería en un futuro no muy lejano una herramienta de destrucción masiva de neuronas y de control social como son el móvil y las redes sociales. Decía Tomás Salvador: “Tendremos cada vez más comodidades, pero menos espíritu; más códigos o reglamentos para el castigo «a posteriori», pero menos códigos morales para la conducta «a priori». La minoría gobernará a base de diversiones. El pueblo será sobornado, desvirtuado, encenagado en diversiones: la percepción subliminal, la propaganda elevada a categoría de arte, la televisión, los espectáculos, el sexo, el turismo, serán las brújulas del mañana. Una industria colosal, que necesitará colocar sus productos, sumergirá al mundo en una marea de objetos que la propaganda nos hará creer imprescindibles. Nos convertiremos en esclavos de las neveras, automóviles, televisiones, viajes a «forfait» y aparatos musicales. Un mundo de compra-lo-todo, disco-maniacos, tele-locos, analfabetos de chistes y libros de dibujos, de ciudades monstruosas que albergarán colmenas de seres defraudados en su espíritu y que buscarán los sucedáneos de las diversiones artificiales, drogas incluidas, se avecina» (16).


Reseña en La Vanguardia española donde felicitan a su colaborador, Tomás Salvador, por el Premio Planeta (17)

Según su “sobrino” Marcos Ordóñez, el hijo de su amigo y compañero Conrado Ordoñez del Valle (18) “No le rentó mucho ni la policía ni la literatura: se arruinó bárbaramente con Ediciones Marte y en sus últimos años regentó, con un mandilón azul, el quiosco de periódicos de plaza Cataluña, frente al Zurich” (19).

Divisionario, policía, escritor, columnista, editor, crítico literario, miembro de jurados y organizador de premios literarios, mecenas para los nuevos escritores, quiosquero y leal amigo de sus amigos. Todo eso fue Tomás Salvador Espeso. ¡¡¡PRESENTE!!!

OBRAS ESCRITAS POR TOMÁS SALVADOR ESPESO:

· Historias de Valcanillo, Barcelona, Destino, 1952;

· Garimpo, con J. Vergés, Barcelona, Edebé, 1953;

· El Charco, Socitra, 1953

· Esta noche estaré solo, Barcelona, 1953;

· Cuerda de presos, Barcelona, Marte, 1953;

· División 250, Barcelona, Domus, 1954;

· Los atracadores, Barcelona, Plaza y Janés, 1955;

· Diálogos en la oscuridad, Barcelona, Caralt, 1956;

· La nave, Barcelona, Destino, 1959;

· Dentro de mucho tiempo, Barcelona, Lumen, 1959;

· El atentado, Barcelona, Planeta, 1960;

· El agitador, Barcelona, Destino, 1960;

· La Virada, con J. Vergés, Barcelona, Edebé, 1964;

· Una pared al sol, Barcelona, Marte, 1964;

· Cabo de vara, Barcelona, Destino, 1965;

· La guerra de España en sus fotografías, Barcelona, Marte, 1966;

· Diccionario de la Real Calle Española, Barcelona, Ediciones 29, 1969;

· Dick Mileto, Barcelona, Doncel, 1967;

· Hotel Tánger, Barcelona, Marte, 1968;

· El charco, Barcelona, Bruguera, 1969;

· El haragán, Barcelona, Círculo de Lectores, 1969;

· Diccionario de la real calle Española, Ediciones 29, 1969;

· Marsuf, el vagabundo del espacio, Barcelona, Doncel, 1970;

· Nuevas aventuras de Marsuf, Barcelona, Doncel, 1971;

· Y..., Barcelona, Plaza y Janés, 1972;

· Les presento a Manolo, Barcelona, Plaza y Janés, 1972;

· Vuelve Manolo, Barcelona, Plaza y Janés, 1973;

· T, Barcelona, Plaza y Janés, 1973;

· K (killer), Barcelona, Plaza y Janés, 1974;

· Camaradas 74, Barcelona, Plaza y Janés, 1975;

· Ave, Manolo, Barcelona, Plaza y Janés, 1975;

· Los garimpeiros, Barcelona, Plaza y Janés, 1975;

· Cachorro, Barcelona, Marte, 1976;

· Manolo el humorista, Barcelona, Plaza y Janés, 1976;

· Manolo el filósofo, Barcelona, Plaza y Janés, 1976;

· Yo, Barcelona, Barcelona, Marte, 1976;

· Nuevas historias de Marsuf, Barcelona, Plaza y Janés, 1977;

· Mi familia y yo, Barcelona, Marte, 1977;

· Cebo para unas manos, Madrid, Sedmay, 1979;

· Un lugar llamado lejos, Barcelona, Plaza y Janés, 1979;

· San Pedro, portero del Cielo, Barcelona, Ediciones 29, 1979;

· Monki (Monkey), Barcelona, Plaza y Janés, 1980;

· Las siete preguntas, Barcelona, G. P., 1981;

· El arzobispo pirata, Barcelona, Plaza y Janés, 1982;

· La escuela de don Cato, Barcelona, Plaza y Janés, 1984;

· Camello para un viaje, Barcelona, Plaza y Janés, 1984;

· Ópera para un crimen. Rehenes para un atraco, Barcelona, Círculo de Lectores, 1984;

· Las compañías blancas, Barcelona, Plaza y Janés, 1984.

Notas:

1. La Vanguardia Española, edición 20/06/1968, pgna. 50.

2. MORCILLO VELAZQUEZ, Luis: «Tomás Salvador, el policía que fue premio Planeta» en Revista Policía, núm. 265 de abril de 2013, página 44.

3. Idem., página 45.

4. Ídem.

5. Diario de León, edición de 10/03/2013.

6. Fernández Barallobre, Carlos: «1870. El "sacamantecas" comienza a asesinar» en https://cnpjefb.blogspot.com/2022/01/1870-el-sacamantecas-comienza-asesinar.html

7. Salvador Espeso, Tomás: «Los atracadores» (1966) Ediciones G.P. (Barcelona), página 5.

8. Para más información sobre Escobar Raggio ver https://cnpjefb.blogspot.com/2021/01/indice-bibliografico-de-policias.html y https://cnpjefb.blogspot.com/2017/08/historia-de-la-policia.html

9. Para más información sobre Conrado Ordoñez del Valle ver https://cnpjefb.blogspot.com/2019/11/policias-y-escritores-i.html

10. Salvador Espeso, Tomás: «Los atracadores» (1966) Ediciones G.P. (Barcelona), página 5.

11. Salvador Espeso, Tomás: «División 250» (1962) Ediciones Destino (Barcelona), página 404.

12. Salvador Espeso, Tomás: «Diccionario de la real calle Española» (1969) Ediciones 29 (Barcelona), página 44.

13. Idem. página 76

14. Idem. página 286

15. Revista Hogar y Moda, número 1739 de 1 de octubre de 1974.

16. Semanario SP, edición de diciembre de 1962

17. La Vanguardia Española, edición de 16/10/1960.

18. Para más información sobre Conrado Ordoñez del Valle ver https://cnpjefb.blogspot.com/2019/11/policias-y-escritores-i.html

19. Ordoñez, Marcos. (2013) Un jardín abandonado por los pájaros, página 413.

Antonio Alonso Rodríguez.

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