viernes, 24 de diciembre de 2021

Suboficiales y Sargentos del Ejército y de la Armada en la Policía Española

La tradicional vinculación, a lo largo de su historia, de la Policía uniformada con el Ejército es un hecho de sobra contrastado y conocido. Modelos de uniformes, denominación de empleos, orgánica de sus Unidades, etc., son elementos compartidos con el estamento militar durante muchos años de nuestro devenir corporativo.

Desde aquel Regimiento de Celadores Reales de 1825 hasta la desaparición del Cuerpo de la Policía Nacional en 1986, durante todos estos años Jefes y Oficiales del Ejército, incluso Generales, han prestado valiosos servicios en los distintos Cuerpos policiales vestidos de uniforme -Orden Público, Seguridad, Policía Armada, incluso alguno anterior-. Sin embargo, un hecho menos conocido es que también, personal de esta procedencia, en este caso Suboficiales y Sargentos, tanto del Ejército, como de la Armada e Infantería de Marina formaron en las filas del Cuerpo de Vigilancia.

Relevo de la guardia del Regimiento de Húsares de la Princesa 

Volvamos atrás en el tiempo, y para situarnos en contexto, retrocedamos a inicios del siglo XX, cuando comienza su andadura lo que se denomina “Policía moderna española”.

El comienzo del despliegue del Cuerpo de Seguridad a lo largo del territorio nacional, iniciado a finales de 1907 y concretado en los primeros meses del año siguiente, trajo, como lógica consecuencia, el incremento de efectivos hasta ese momento muy reducidos y solo desplegados en Madrid y Barcelona.

Entre los años 1908 y 1910 se despliegan Unidades del Cuerpo, de diferente entidad, en Valencia, Bilbao, Sevilla, La Coruña, Zaragoza, Málaga, Murcia, Alicante, Salamanca, Granada y Santander, apareciendo el primer Escalafón del Cuerpo, cerrado a fecha 31 de octubre de 1910, en la Gaceta nº 324, correspondiente al 20 de noviembre y siguientes de ese mismo año.

La Ley Orgánica de Policía Gubernativa de 27 de febrero de 1908, establece, de acuerdo con lo contemplado en el R. D. de 9 de septiembre de 1907, reorganizador de la Policía Gubernativa de Madrid, que las vacantes de Sargentos, Cabos y Guardias de Primera se proveerán, en turnos de examen, entre aquellos individuos del Cuerpo que tengan reconocidos méritos o antigüedad y ostenten el empleo inmediatamente inferior al de la vacante que pretendan cubrir.

Igualmente, se contempla que el ingreso al Cuerpo se verificará por la clase de Aspirante a Guardia 2º con sueldo, mediante examen y reconocimiento, siendo admitidos los licenciados y retirados de la Guardia Civil, Carabineros, Ejército e Infantería de Marina, mayores de 23 años y menores de 45 los procedentes de los dos primeros Institutos y de 40 los provenientes de los dos segundos.

En el primer escalafón publicado al que ya hemos hecho referencia y en el que se incluye personal de todas las Armas y Cuerpos del Ejército, así como de Marina, Infantería de Marina y Guardia Civil, aparecen relacionados un total de sesenta y dos Sargentos destinados en las diferentes plantillas, de los cuales cincuenta y nueve tienen destino en Unidades de Infantería y los tres restantes en los dos Escuadrones de Caballería que había operativos en aquellos momentos -Madrid y Barcelona.

En estos años, los Sargentos estaban escalafonados dentro de las denominadas Clases y tropa, en la que también se integraban los Cabos, los Guardias 1º, los Guardias 2º y los Aspirantes.

Los Sargentos estaban destinados en la práctica totalidad de las plantillas donde se encontraba a esta fecha desplegado el Cuerpo, si bien alguna, como la de Salamanca, no disponía de personal de este empleo pese a estar al frente un Oficial subalterno.

Si repasamos el escalafón precitado nos encontramos que, en Madrid, aparecen un total de veintitrés Sargentos, de ellos veintidós, destinados a Unidades de Infantería, siendo de la siguiente procedencia: Infantería (9); Caballería (3); Artillería (4); Ingenieros (2); Infantería de Marina (1); Marina (1); Sanidad Militar (1) y Guardia Civil (1), y uno al Escuadrón de Caballería, procedente del Arma de Caballería.

La Infantería de Marina desfilando en San Fernando 

Barcelona, cuenta con un total de dieciséis, de los cuales catorce aparecen destinados en Unidades de Infantería y dos en el Escuadrón de Caballería. La procedencia de este personal es la siguiente, en Unidades de Infantería, catorce: Infantería (7); Caballería (4); Artillería (1); Infantería de Marina (1) y Guardia Civil (1) y en la de Caballería dos, uno de Caballería y otro de la Guardia Civil.

En la plantilla de Valencia aparecen destinados cuatro: Infantería (1); Caballería (1); Artillería (1) e Ingenieros (1) y en la de Alicante tres: Infantería (2) e Ingenieros (1).

En Sevilla, se encuentran destinados dos, uno de Infantería y el otro de Artillería. También en Granada parecen destinados otros dos, uno de Artillería y otro de la Guardia Civil. Otros dos se encuentran con plaza en Vizcaya (Bilbao), uno de ellos de Infantería y el otro de Artillería. Igualmente, dos aparecen en la plantilla de Valladolid, uno de Ingenieros y otro de la Guardia Civil; al igual que en la de Murcia, uno de Infantería y otro de la Guardia Civil. Zaragoza, cuenta también con dos plazas de Sargento, ambos de la Guardia Civil y, finalmente, otros dos en Málaga, los dos de Sanidad Militar.

Por su parte, en La Coruña aparece uno destinado procedente de Artillería y otro en Santander de la Guardia Civil.

Durante los años siguientes el Cuerpo de Seguridad continuó con su despliegue hasta estar presente en todas las Capitales de Provincia, así como en las localidades más importantes de España lo que generó el incremento de la provisión de vacantes.

Pese a todo, se pierde este referente ya que, en los sucesivos escalafones, publicados en la Gaceta, no se hace referencia ya a la procedencia de este personal, toda vez que los promocionados a los empleos, tanto de Suboficial como de Sargento, corresponden a promoción interna.

Pero si la presencia de personal procedente del Ejército, Guardia Civil, Carabineros, Marina e Infantería de Marina fue una constante a lo largo de la historia del Cuerpo de Seguridad, en 1926 se produce el ingreso de Suboficiales y Sargentos de la misma procedencia en el Cuerpo de Vigilancia, el otro integrante de la Policía Gubernativa.

El modelo policial español integró, desde el siglo XIX, dos Cuerpos claramente diferenciados; uno, el Seguridad, de organización militar, con mandos y empleos militares, incluso militarizado a partir de 1921, y otro, el de Vigilancia, de carácter civil y empleos policiales. Así se discurrió, con sucesivos cambios de denominaciones, hasta 1986 en que, con la creación, del Cuerpo Nacional de Policía, se unifican ambos en uno solo.

La Ley de Policía de febrero de 1908, ya mencionada, establecía que el Cuerpo de Vigilancia estaba integrado por Comisarios, Inspectores, Secretarios, Agentes, Aspirantes, Vigilantes, Escribientes y Ordenanzas, teniendo algunos de estos empleos diferentes categorías como era el caso del de Vigilantes que lo eran de 1ª, 2ª y 3ª. En cuanto al acceso al Cuerpo se hacía por las clases de Agente o de Vigilante de 3ª, reuniendo las condiciones y requisitos establecidos para cada caso.

En el año de 1926 los empleos de Vigilantes, contemplados en la Ley de la Policía referida -el de 3ª ya había desaparecido-, se habían declarado a extinguir circunstancia esta que, por razones puramente económicas, dificultaba el incremento de la plantilla del Cuerpo de Vigilancia; por este motivo se consideró como factible y medida más acertada, que permitiese conciliar las necesidades de personal con las limitaciones económicas, dejar sin efecto la supresión de los empleos de Vigilante si bien modificando la forma de recluta de sus futuros integrantes y haciéndolo solo extensivo a Suboficiales y Sargentos en situación de activo del Ejército.

Desfile de uno de los Regimientos de Ingenieros

Con esta medida, que permitía integrar en el Cuerpo a personal con probada experiencia en el campo militar y en consecuencia con la disciplina como norma de conducta, no sería necesario un incremento de 200 efectivos ya que con los 334 que seguían escalafonados en aquel momento y 166 de nuevo ingreso se completarían los 500 que se consideraban imprescindibles.

El Consejo de Ministros, en su reunión de fecha 29 de marzo de 1926, dio luz verde a esta proposición, mediante una Real Orden publicada en la Gaceta nº 92, de 2 de abril siguiente, en la que. entre otras cosas, se dispone lo siguiente:

"Se autoriza, igualmente, a crear 66 plazas de Vigilantes de Segunda, con una gratificación anual de 1.500 pts., sobre su sueldo, que serán cubiertas por Suboficiales y Sargentos en activo del Ejército, previo cumplimiento de las exigencias que se establezcan".

Con fecha 8 de mayo siguiente (Gaceta del 11), una Real Orden fija las condiciones que debe reunir este personal y que se resumen en que ostenten los empleos de Suboficial o Sargento activo del Ejército, de edad no superior a 45 años y que cuenten con la autorización de sus Superiores. La convocatoria contempla igualmente la provisión de 100 plazas más, quedando los que las obtengan en situación de expectación de destino.

Seguidamente, la Real Orden, establece los plazos, programa de la oposición, mecánica de los exámenes y forma de solicitar su inclusión como aspirantes. Finalmente se señala que aquellos que no demuestren aptitudes en el ejercicio del cargo causarán baja en el Cuerpo reintegrándose al Ejército y que en el supuesto caso de que alguno de los ingresados fuese llamado nuevamente a filas pasará a la situación de excedente forzoso en el Cuerpo de Vigilancia.

En este mismo número de la Gaceta se inserta la composición del Tribunal examinador que estará presidido por el Secretario de la Jefatura Superior de Policía de Madrid e integrado como Vocales por un Comisario de Tercera Clase y un Oficial Letrado de la Dirección General de Seguridad, así como sus correspondientes suplentes.

También en esa misma Gaceta se incluye el programa y temario de la oposición cuyos exámenes comenzarán a verificarse el día 1º de octubre en la Academia del Cuerpo de Seguridad, sita en la plaza de Santiago nº 2 de Madrid.

El programa consta de veintidós temas orales de materia penal; funciones de la Dirección General de Seguridad; Ley de Enjuiciamiento Criminal; Constitución; Ley de reuniones; funciones de la Policía Gubernativa; Reglamentos de espectáculos y casas de préstamos; establecimientos y uso y tenencia de armas.

Por su parte, el ejercicio escrito, con seis temas, aborda aspectos tales como la confección de oficios varios, denuncias, actas de incautación de impresos que atenten contra la moral, etc.

Tan solo tres meses más tarde una nueva Real Orden, fechada el 15 de agosto (Gaceta del 17), aumenta a 266 el número de plazas convocadas, incluyendo al personal de los empleos de Suboficial y Sargento de la Armada e Infantería de Marina.

La Gaceta del 10 de octubre del citado 1926 relaciona los 1.218 aspirantes, procedentes de los empleos de Suboficial y Sargento, pertenecientes a las diferentes Armas y Cuerpos del Ejército, así como de la Armada e Infantería de Marina, presentados para cubrir las vacantes anunciadas.

De ellos, 114 poseen el empleo de Suboficial, uno de ellos de Infantería de Marina; diecisiete son Asimilados a los empleos convocados de Marina y 1.087 son Sargentos, once de ellos de Infantería de Marina.

El Portahidros de la Armada "Dédalo"

Que la convocatoria despertó mucho interés entre el personal militar, lo demuestra, no solo el número de solicitantes, sino la diversidad de Unidades en los que estos se encontraban destinados.

Así, en cuanto a su procedencia, los del Arma de Infantería aparecen destinados en la mayoría de los Regimientos de Línea, Infantería de Reserva, Batallones de Cazadores de Infantería, Batallones de Montaña, Tercio, Grupos de Fuerzas Regulares Indígenas, Batallón de Instrucción de Infantería y Escuela Central de Tiro de Infantería.

En cuanto a los de Caballería, proceden de Regimientos de Caballería (Húsares, Lanceros, Cazadores y Dragones), Regimientos de Reserva de Caballería, Grupo de Escuadrones de Instrucción, Depósito Central de Remonta, Depósitos de Recría, Cría y Doma de Caballar.

De Artillería, su procedencia es de diversos Regimientos de Artillería Pesada, Regimientos de Artillería Ligera, Regimiento de Artillería a Caballo, Regimientos de Artillería de Plaza, Regimientos Mixtos de Artillería, Regimientos de Artillería de Costa, Comandancias de Artillería, Parques Divisionarios de Artillería, Archivo y Museo de Artillería, Escuela Central de Tiro de Artillería, Grupo de Instrucción de Artillería y Tropas de la Academia de Artillería.

Los procedentes de Ingenieros, lo son de los Regimientos de Zapadores-Minadores, Regimiento de Pontoneros, Regimientos de Ferrocarriles, Regimientos de Telégrafos, Regimiento de Aerostación, Aviación, Batallón de Radiotelegrafía, Centro Electrotécnico, Batallón de Alumbrado y Tropas de la Academia de Ingenieros.

También aparece en la relación personal de los Regimientos y Comandancias de Intendencia y de Regimientos, Comandancias y Grupos de Sanidad Militar. Además de estos, otro personal destinado en servicios burocráticos tales como Juntas de Clasificación, Colegio de Huérfanos, Secretarios de Causas, Clases de Penitenciarías, Ordenanzas del Ministerio de la Guerra y Brigada Obrera Topográfica e incluso uno de la Escolta Real.

En cuanto a la Armada, en la relación de estos aspirantes aparecen relacionados un Suboficial y once Sargentos del Cuerpo de Infantería de Marina, con destinos en los Regimientos 1º, 2º y 3º y en la Compañía de Ordenanzas y Asistentes del Ministerio de Marina.

Por su parte, los diecisiete Asimilados de Marina proceden de los Arsenales de Cartagena y La Carraca (San Fernando), Junta Facultativa de Artillería, Crucero “Princesa de Asturias”, Cañonero “Canalejas”, Cañonero “Infanta Isabel”, Acorazado “Alfonso XIII”, Acorazado “Jaime I”, Crucero “Méndez Núñez”, Portahidros “Dédalo” y Cañonero “Laya”.

El proceso concluye con la publicación en la Gaceta de 20 de enero del año siguiente de la relación de los 266 aspirantes aprobados al ingreso al Cuerpo de Vigilancia y de aquellos que quedarán en expectación de destino, un total de 463.

El Acorazado "Alfonso XIII"

Suponemos que en los meses siguientes este personal se incorporó a las diferentes plantillas del Cuerpo de Vigilancia y así se mantuvo hasta el 30 de abril de 1931 (Gaceta del 3 de mayo), ya con el Gobierno Provisional de la República, en que una Orden Circular del Ministerio de la Guerra, obliga a que todos ellos retornen a sus Unidades de origen.

Suponemos que, pese a no haber encontrado documento alguno que lo avale, que tal medida se haría extensible igualmente a los pertenecientes tanto a la Armada como a Infantería de Marina por medio de una Orden despachada por el Ministerio de Marina.

No concluye, sin embargo, aquí el devenir de estos integrantes del Cuerpo de Vigilancia devueltos a sus destinos originarios, ya que, por un Decreto de 11 de julio del citado 1931, se crea la Policía Local Gubernativa permitiendo su ingreso en ella a los Suboficiales y Sargentos ingresados en Vigilancia en 1926.

Finalmente, por la Ley de Presupuestos de 28 de noviembre de 1932, que de hecho disuelve la Policía Local, todos sus componentes se integran en la Escala Auxiliar del Cuerpo de Investigación y Vigilancia, como Agentes Auxiliares de 3ª Clase, con los mimos derechos que el resto de los integrantes del Cuerpo, reconociéndoselos por una Orden de la Dirección General de Seguridad de 6 de agosto de 1935.

Bibliografía:

Gaceta B.O.E.
Orden General de la D.G.S.
El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII /1908-1931). Mismo autor.
Policía y Guardia Civil en la España republicana. Julio de Antón.
Revista "Policía Española"
Reglamento del Cuerpo de Seguridad 1908.
Historia de la Infantería de Marina Española. José Enrique Rivas Fabal.

José Eugenio Fernández Barallobre,
Inspector del C.N.P.
(Artículo publicado en la revista "Policía")

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