miércoles, 18 de marzo de 2020

Como siempre, un pelotón de soldados salvará la civilización

No importa que sean Policías Nacionales, Guardias Civiles, Infantes de Marina, Legionarios, Soldados de la UME, del Ejército de Tierra, de la Armada o del Ejército del Aire y Policías Locales, lo cierto es que, en una situación de grave crisis como esta, una guerra contra un enemigo invisible, todos, como soldados, estamos a una y esa una, no es otra que salvar a España y a los españoles.

De repente, todos aquellos populistas marxistoides han desaparecido, después de mostrar su incompetencia y aparcar, por miedo, ese postureo del que hacen gala en cada ocasión. Algunos, bien escondidos en sus magníficas posesiones, mantienen un servicio sanitario, casi exclusivo, cerca de sus casas, por si las moscas.


Incluso, alguno de ellos, en un acto de irresponsabilidad manifiesta, a sabiendas de que podía estar contagiado, se ha saltado a la torera la cuarentena que tendría que guardar y ha salido a la calle, suponemos que escoltado por los policías que tiene asignados, olvidando que pudo haberlos contagiado.


Tampoco podemos olvidar a aquellos periodistillas, gacetilleros de medio pelo, de poca monta que un acto de criminal irresponsabilidad se dedicaron a cacarear desde sus tribunas, cargadas de odio y sectarismo, que esto del COVID 19, era poco menos que un catarro común y que no había que hacerle caso. Ahí están, en las hemerotecas, sus irresponsables declaraciones, sus canciones burlonas, sus odiosos gestos de retirarse las mascarillas, sus invitaciones a sumarse a actos multitudinarios aun a sabiendas del grave riesgo que se corría. Pero eso les daba igual. Esperemos que, algún día, alguien les exija las responsabilidades que tanto ellos, como algunos politiquillos populistas han contraído.


El caso es que, como siempre, ahora toca a los mismos de siempre, estar batiéndose el cobre para asegurar a la población, sin importar los riesgos que todo ello pueda acarrear pues el deber está por encima de todo.


En las calles están, dando la cara, Policías, Guardias, Soldados y Marineros, codo con codo, haciendo buena la frase de que la civilización, como siempre, la salva un pelotón de soldados.

Nuestra gratitud también a todo el personal sanitario y a los que, por uno u otro motivo, tienen que mantenerse en sus puestos de trabajo.

Ojalá que el pueblo español no lo olvide nunca, pues si lo hace, tendremos lo que nos merecemos.

¡Viva España! 


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