lunes, 6 de mayo de 2024

GRAPO. Punto álgido

Del boletín "Emblema" de mayo tomamos este artículo de nuestro buen amigo y compañero el Inspector Jefe Eloy Ramos Martínez.

En la época que analizamos a continuación, (1976- 1977), alcanzó esta banda terrorista su punto álgido, sobre todo mediático.

Libro del caso

Secuestro de don Antonio María de Oriol y Urquijo

Antonio Mª de Oriol y Urquijo

En vista de que las acciones llevadas a cabo hasta el momento por los GRAPO no les reportaban el resultado apetecido, pues encontraban escaso eco entre la opinión pública, el llamado Comando Militar Central, compuesto a la sazón por Enrique Cerdán Calixto, Fernando Hierro Chomón y Abelardo Collazo Araújo, decidió llevar a cabo el secuestro de una importante personalidad del Régimen y se decidieron por Antonio María de Oriol y Urquijo, Presidente del Consejo de Estado y de raigambre familiar en el Carlismo.

Esperaban que con tal secuestro, el Gobierno accedería a liberar a los presos políticos que quedaban y que serviría para boicotear el referéndum del 15 de diciembre de 1976 para la Reforma Política.

De la información se encarga fundamentalmente Cerdán y así, el día 10 de diciembre establecen una vigilancia cerca de la oficina de Oriol, en la calle Alfonso XII. Están varios de ellos en chandal en el recinto de El Retiro, simulando hacer deporte. No saben si Oriol está o no en su despacho hasta que lo ven salir y lo siguen, primero a su otro despacho en el Consejo de Estado y después a su domicilio en El Plantío.

Vuelven entonces, el 11 de diciembre y observan que Oriol llega a las diez; media hora después entran en el edificio por parejas, Cerdán con Collazo y Fernando Silva Sande con Hierro Chomón, y por su parte una tercera pareja, Olegario Sánchez Corrales y Casimiro Gil Araújo, éstos disfrazados de militares, entran también, pero por el garaje, en un coche Seat 1430. Los primeros dicen ir de parte del párroco de Las Rozas y son introducidos en una sala de espera, de la que pasan directamente al despacho de Oriol, los llamados Cerdán y Collazo, que le encañonan con sendas pistolas. Le hacen creer que con unos millones se arregla. La otra pareja, Silva y Chomón se encarga de neutralizar al personal de la oficina. Bajan a Oriol en ascensor y lo meten en el coche en el que espera Sánchez Corrales.

Cambien de vehículo en la calle Pinar y desde allí llevan al secuestrado al piso alquilado recientemente por Hierro Chomón, en la calle San Benito 16-2º. Allí estaba Celsa Barcia Vallejo esposa de éste, con su hijo, un niño de corta edad, a los que se incorpora Gil Araújo.

A los dos días, por miedo a una intervención policial cambian el lugar del secuestro y llevan a Oriol al verdadero domicilio de Hierrro, en la Ciudad de Los Ángeles, bloque 69 A 3º izquierda.

Aquí lo vigilan los mismos, Celsa Barcia, Hierro Chomón y Casimiro Gil; Cerdán le hace una entrevista grabada al señor Oriol y le toma unas cuantas fotografías. Este material se lo pasa a Pío Moa, responsable de propaganda del Partido para que prepare la publicidad del secuestro, lo que así hace éste llamando a los medios de comunicación e indicando dónde les deja los comunicados, etc.

Pero el secuestro tampoco les da el resultado esperado, por lo que llegados a final de año van a tomar otra decisión, que consistirá, como veremos, en un nuevo secuestro.

Piden la liberación de terroristas presos

En su órgano de expresión “Gaceta Roja”, correspondiente al 15 de diciembre de 1976, los GRAPO daban el siguiente comunicado: “Nuestra organización (Grupos de Resistencia Antifascista 1º de Octubre), insiste en sus condiciones en cuanto a la libertad de Oriol.

Que sean liberados: Fernando Silva Sande, de los GRAPO, José María Sánchez Casas, Juan Carlos Delgado de Codes y José Balmón Caster, del PCE (r).

Izco de la Iglesia, Mario Onaindía, Dorronsoro, Múgica Arregui, Pere Beotegui y Garmendía, de ETA.

Eva Forest y Antonio Durán.

Manuel Blanco Chevite y Mayoral Rueda, del FRAP

Xosé María Brañas, de UPG.

El Gobierno ha adoptado la táctica de ganar tiempo para facilitar el trabajo de la policía. Es una táctica peligrosa que sólo puede perjudicar a él mismo. Se equivoca si piensa que de esa manera va a conseguir cambiar las cosas. Si realmente quiere el Gobierno la paz y la convivencia pacífica como dice, ¿por qué no lo demuestra poniendo en libertad a los antifascistas torturados y encarcelados por defender los justos derechos y la libertad del pueblo.

Nuestro prisionero se encuentra bien, sin que se le haya inflingido daños físicos o morales. Nuestro deseo es que este problema se resuelva cuanto antes y eso es algo que depende exclusivamente del Gobierno. Que no nos obliguen a tomar una decisión que no deseamos. Estamos preparados y dispuestos a todo. GRAPO”

He respetado íntegramente el comunicado, tal como apareció en ese libelo, sin tocar la sintáxis ni la ortografía.

Asesinan al vigilante jurado Policromio Chillón Lucas en Madrid...

Policromio Chillón Lucas

Mientras tanto, el 20 de diciembre, cinco individuos – un sexto esperaba al volante de un coche- perpetraron un atraco en la sucursal del Banco Hispano Americano de la calle Emilio Muñoz 13, en el madrileño barrio de San Blas. El botín fue importante, unos dieciséis millones de pesetas.

Pero el episodio fue sangriento. Una de las personas que estaba en la sucursal bancaria era un vigilante de seguridad que también fue obligado a echarse al suelo como los demás clientes y empleados. Al parecer hizo un leve movimiento y esto le costó la vida. Uno de los atracadores le disparó con la metralleta ocho veces por la espalda.

La víctima fue Policromio Chillón Lucas ex guardia civil, de 51 años que desde hacía tres meses prestaba servicio en la citada sucursal como vigilante jurado. Dejó viuda y cinco hijos.

Y en la misma fecha, 20 de diciembre el “Comando Barcelona” realizó otro atraco en la empresa “Unidad hermética” en Sabadell. Allí obtuvieron un botín de ciento cuarenta y siete mil pesetas. Los autores fueron Silva Sande, Sanz García y Joaquín Vieites .

En esta ocasión un cliente resultó herido por los rebotes de dos disparos.

Y secuestran al teniente general Emilio Villaescusa Quilis.

General Emilio Villaescusa Quiles

En vista de que los comunicados que efectuaban sobre el secuestrado señor Oriol no daban en resultado apetecido, Enrique Cerdán, jefe de los GRAPO por entonces, decide el secuestro de un militar de alta graduación que esté relacionado con un cargo represivo. Habla separadamente con Hierro Chomón, Abelardo Collazo y Pío Moa, que aprueban su plan.

Así es como se fijan en el teniente general Emilio Villaescusa Quilis, nombrado, como hemos visto, en el mes de junio presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar.

A requerimiento de Cerdán, Abelardo Collazo localiza por la guía telefónica el domicilio y al poco tiempo conoce sus horarios de salida del domicilio (en esto mejoraron a ETA en el crimen de Carrero) y demás datos que les interesaban, mientras Hierro Chomón adquiere en una sastrería militar dos uniformes de capitán del Arma de Ingenieros.

El 24 de enero llevan a cabo el secuestro Cerdán, Sánchez Corrales, Hierro, Abelardo Collazo, Eugenio Bueno de Pablos y Silva Sande. Utilizan dos coches, un Renault 12 y un Seat 124. Hierro y Collazo van disfrazados de militares.

Colocan ambos coches cercando al Mercedes del general, uno delante y otro por detrás del citado. A los pocos minutos aparece Villaescusa, deteniéndolo Hierro, mientras Collazo y Olegario Sánchez se hacen cargo del conductor.

El general se resistió dándoles varios puntapiés y ordenando al conductor que cumpliera con su deber, a lo que éste respondió que los iban a matar y que lo mejor era no resistirse.

El coche del teniente general aparecería en la calle 12 de octubre, con el chófer en su interior, atado y con esparadrapo en la boca. Y en llamada telefónica a “Diario 16” el GRAPO reivindicó el secuestro.

Liberación de Oriol y Villaescusa:

En un brillante servicio, la Policía rescató a los señores Oriol y Villaescusa el 11 de febrero. A las 14,10 fue liberado Villaescusa en Alcorcón y a las 15,40, Oriol en Vallecas. Villaescusa estaba en el 8 bajo A de la calle Sierra de Alcubierre. En la zona llamada Parque Ondarreta 2, en Alcorcón. Oriol estaba en el bloque 21-4º D de la Colonia de El Sardinero, en Vallecas.

El primer detenido fue Juan José Díaz Fernández, que tenía la llave de un piso en la calle José Paulete 14-2º C. La Policía espera en la vivienda a que lleguen los compinches de aquél y el primero en hacerlo es Hierro Chomón, quien intuyó la presencia policial y tras un breve tiroteo pudo escaparse. El que sí entró fue Olegario Sánchez Corrales que inmediatamente fue detenido.

Al tiempo los policías vigilaban un coche que usaba Cerdán. Aquella noche, tras haberle pinchado una rueda, llegó éste al vehículo y un inspector le indicó que tenía el neumático pinchado, lo que le hizo apearse para ver la rueda. En ese momento lo detuvieron.

Cerdán tenía las llaves de Ondarreta 2 y se averigua el piso. Estaban en él Abelardo Collazo, la mujer de Cerdán (Encarnación Martínez Santiago) y el secuestrado Villaescusa.

Cerdán dijo donde estaba Oriol: en la calle San Claudio 33 4º D, en Vallecas. Llamaron los policías al timbre y abrió Celsa Barcia esposa de Hierro. Estaban Gil Araújo y Oriol. Hierro se había marchado poco antes.

Estas detenciones permitieron a la Policía proceder a las de más de treinta miembros del PCE(r) -GRAPO, entre ellas destaco como más caracterizados a Luis Alonso Riveiro, Rosa María Díaz Domínguez, Secundino Dopico Galego, Juan García Martín, José Jiménez Belinchón y Pilar Lago Pereira, entre otros.

En los registros la Policía se incautó de 7 pistolas Star 9 largo y corto; 1 revólver Llama 38; 2 metralletas Star Z-45; 3 subfusiles 9 largo Star; 30 escopetas de caza diversas; 26 bombas de mano; 256 cartuchos para armas de distintos calibres, 1009 para escopeta; 338 kilos de dinamita Goma 2; 25 kilos pólvora de mina, Innumerable propaganda. 5 uniformes militares, 20 placas de matricula, pelucas, planos de la Dirección General de Seguridad, de varios campamentos de instrucción militar etc. y, finalmente de dos millones trescientas diez mil cuatrocientas pesetas.

Pero el GRAPO no está acabado: asesina al Inspector de Policía Antonio López Salcedo en Hospitalet y atraca bancos en Bilbao y Santander

Inspector Antonio López Salcedo

Sobre las 11,45 horas del mismo 11 de febrero, en la estación de metro de Pubillas-Casas en Hospitalet, el Inspector del Cuerpo General de Policía Antonio López Salcedo observó como un individuo repartía propaganda clandestina del ilegal Partido Comunista de España, (reconstituido) y de los GRAPO por lo que se dirigió hacia él con ánimo de identificarle y detenerle. En ese instante fue asesinado a tiros por los compinches del individuo en cuestión, quienes se hallaban cerca para protegerlo.

El hecho fue presenciado por Juan Roncero, policía armada que se hallaba franco de servicio y que persiguió a los asesinos, entablándose un tiroteo en el que resultó herido de bala.

En un brillante servicio de la Policía, los asesinos de López Salcedo fueron detenidos ese mismo día. Se trataba de Isabel Santamaría, Sanz García, Silva Sande y Joaquín Vieites. Este último sujeto fue el autor material del crimen, que tras alcanzar al Inspector lo remató en el suelo con dos balazos en la cabeza. Cuando se les detuvo tenían la pistola del fallecido.

Santamaría moriría años después manipulando una bomba contra un furgón de Prosegur.

Con estas detenciones el Cuerpo General de Policía pudo esclarecer numerosos hechos delictivos anteriores y se evitaron futuros asesinatos, como lo probaba una agenda de Ricardo Sanz en la que figuraban objetivos criminales de la banda, entre ellos tres Inspectores de Policía con sus nombres y datos personales perfectamente señalados. También tenían previsto el secuestro del Alcalde de Barcelona, señor Socías Imbert.

Antonio López Salcedo contaba 20 años de edad, natural de Granada, estaba casado y el matrimonio tenía un hijo de 17 meses. Aún no llevaba un año de servicio en el Cuerpo.

Tan solo siete días después del asesinato del Inspector López Salcedo, el 11 de febrero otro grupo de la banda perpetraba sendos atracos en Santander y Bilbao, a saber: en Bilbao atracaron una sucursal de la Caja de Ahorros Vizcaína sita en la Alameda de Recalde. Aquí obtuvieron un botín de casi medio millón de pesetas.

En la capital cántabra la entidad bancaria asaltada fue una sucursal del Banco de Santander, sita en la barriada de San Ignacio. Aquí el botín obtenido fue superior a las ochocientas mil pesetas.

Es decir en el mismo dia se hicieron con más de un millón trescientas mil pesetas. Los autores fueron Crespo Galende, Muiños Formoso, Bazo Ladrero y Elvira Diéguez .

Pero continuaron su actividad en el norte español, así el día 22, Crespo roba un coche en la Avenida de Mazarredo, con el que el día 25 atracan en Bilbao una sucursal de la Caja de Ahorros Vizcaína, en la calle Iturriaga. Lo perpetran esta vez Crespo, Juan de Dios Cuadros Caravaca, Bazo y Rosa Ana Tramón Hernández.

Esta fechas marcaron el momento álgido de esta banda terrorista, aunque seguiría por muchos años su carrera criminal asesinando y robando.

Eloy Ramos Martínez.

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