lunes, 4 de enero de 2021

La detención de Eva Forest

Del boletín "Emblema" de la Orden de la Placa y el Mérito, tomamos este interesante artículo de nuestro buen amigo, compañero y colaborador, Jesús Longueira.

En este artículo analizaremos la exhaustiva investigación policial que condujo a la detención de Genoveva Forest Tarrat, más conocida como “Eva Forest”, (Alias Tupamara y Vitia), por su participación en los atentados de la calle Claudio Coello del 20 de diciembre de 1973 y en el de 13 de septiembre de 1974 en la cafetería Rolando de la calle Correo de Madrid, donde desarrolló exactamente las mismas labores. Si en el primero fallecía el Presidente del Gobierno Almirante D. Luis Carrero Blanco, su chófer y su escolta, Srs. Mógena y Bueno, en el segundo lo harían trece personas con más de 70 heridos. Considerando que estos hechos ya han sido descritos abundantemente nos centraremos en los detalles incriminatorios y las vías de investigación. 

Eva Forest padecía un trastorno de doble personalidad del que fue esclava toda su vida, su constante necesidad de reconocimiento y sus delirios de Megalomanía le hacían alternar fases de imperiosa necesidad de reconocimiento con otras de depresión y negación personal, casada con el escritor proetarra Alfonso Sastre, es quien la introduce en el mundo Aberchale.

Eva Forest sin su 600


Tras la combinación de un primer indicio en el que se averigua la matrícula de un Seat 600 utilizado por Eva Forest con informaciones complementarias procedentes de Francia, llegamos a la fecha del 23 de septiembre, diez días después del segundo atentado y de trabajo y dedicación plena y fructífera de gran parte de los efectivos del Cuerpo Superior y de la Policía Nacional, logrando, en un guión digno de película, la detención de ocho personas y el descubrimiento de cinco pisos franco. 

En momentos previos a estas detenciones, la investigación nos lleva a la fuente de la Cibeles, donde queda acreditada la presencia de Eva Forest recogiendo a dos individuos con acento Francés, días más tarde son vistos en una sucursal bancaria del barrio de Salamanca, donde los investigadores consiguen incluso hacerse con la fotocopia de uno de los pasaportes, ya que realizan el canje de 500 francos a moneda española.

No sin mucho trabajo, esfuerzo y dedicación, otras informaciones complementarias vinculan este pasaporte con el otro de los acompañantes, y la presencia de ambos junto con la de “Tupamara” en uno de los pisos francos situado en la localidad de Alcorcón, donde aparte de múltiples indicios y pruebas, se hallan las huellas de Eva Forest y las que resultarían ser de María Lourdes Cristóbal Elorza, titular del pasaporte, y de Bernard Ohiartzabal, jóvenes que resultarían ser los autores materiales de la acción de la calle Correo.

Combinando estas pruebas con testimonios, otras vías de investigación y las llamadas informaciones complementarias, se logra determinar el grado de participación de cada uno de los autores en la acción. Más tarde reconocido por la propia Eva, su participación consistió en recoger a los terroristas, ocultarlos en la capital unos días, (antes y después del atentado), en el segundo incluso trasladó a los autores a la puerta de la cafetería con los dos paquetes explosivos de 15 kilos, llegando a ser la ideóloga e inductora del mismo, tras señalarle el lugar a “Argala”.

La sombra de la detención planeó durante semanas sobre personajes famosos como Adolfo Marsillach o Concha Velasco, a los que la propia Eva trató de salpicar en alguno de sus delirios, si bien es cierto que hubo detenciones menores por acción u omisión, los autores materiales María Lourdes Cristóbal Elorza y Bernard Ohiartzabal, huídos ya a Francia, jamás pagaron por sus crímenes, a punto de ser extraditados la amnistía de 1977 puso fin a ese procedimiento, y hoy en día, ambos funcionarios del estado francés, la primera en labores sociales y el segundo como lingüista en la universidad de Pau, espero que con algún tipo de pudor íntimo, disfrutan de la compañía de sus hijos y nietos, lo que no pudieron hacer sus víctimas. La propia Eva Forest fue liberada sin juicio tras cumplir tres años de cárcel, lo que hace que este caso figure en los ficheros del Ministerio del Interior como “No esclarecido”.

Disfrutando de su libertad, de sus hijos y de sus nietos, lo que les negaron a sus víctimas

Sustituya el lector las tres veces que en este texto se cita en cursiva el término “informaciones complementarias” por la palabra “Lobo”, (infiltrado de la Policía Española en esa organización terrorista de cuyo nombre no quiero acordarme), y que ya nos recuerda nuestro presidente en cada pacto que hace. Si acaso no estaba convencido de la dimensión y brillantez de la investigación de la Policía Española obtendrá al momento una respuesta satisfactoria, otro día le daremos algunos detalles más sobre este asunto, pero ya será en otro artículo. En ese momento nuestro “Lobo” aún era anónimo. Si por el contrario algún lector echa en falta algún detalle, que lo habrá, tenga en cuenta que en este boletín nos ceñimos a la extensión de “un folio de escritura”. 

Aprovecho parar felicitar especialmente las Navidades y el próspero año próximo, (ojalá sea así), al autor de esta revista y del blog “Una historia de la Policía Nacional” que mantiene con temas apasionantes todo el año, aunque lo hice en privado, simplemente me pareció injusto no hacerlo en público.

¡Gracias Eugenio!

Jesús Logueira.

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