sábado, 1 de marzo de 2025

50 Aniversario del Grupo TEDAX-NRBQ Madrid

Nuestro compañero y seguidor del blog Roberto Puente Puente, nos remite este interesante y documentado trabajo, por el que lo felicitamos y agradecemos, sobre un escudo de brazo, diseñado por él, como justo homenaje al 50º aniversario de la creación del Grupo TEDAX-NRBQ de Madrid (1975-2025).

Aprovechamos para rendir nuestro pequeño homenaje a todos nuestros compañeros que, a lo largo de estos cincuenta años, han prestado servicio en esta Unidad, con un recuerdo muy especial y emocionado a los que entregaron sus vidas por España, en acto de servicio.

Con motivo del 50 aniversario del Grupo de Desactivación de Explosivos y NRBQ de la Jefatura Superior de Madrid, este irreductible grupo de profesionales ha querido rendir homenaje a cinco décadas de historia y servicio.

Según consta en el libro editado para conmemorar el vigésimo aniversario de la unidad TEDAX de la Policía, “1975-1995 Tedax, Veinte años al Servicio de la Sociedad”, el 5 de agosto de 1975 se publicó, en la Orden General del Cuerpo de Policía Armada número 50, la creación de los primeros cinco Equipos en Desactivación de Explosivos, entre los cuales se encontraba el de Madrid.

Este equipo comenzó su labor profesional el 26 de septiembre de ese mismo año, cuando fueron adscritos los primeros cuatro Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos.

Hasta la fecha, no existe un escudo oficial para este Grupo, pero sus miembros se sienten profundamente identificados con el diseño creado por el especialista Juan A. Santos, uno de sus integrantes más comprometidos. A finales de 2002, principios de 2003, Juan tomó la iniciativa de crear un escudo que representara a todos, utilizando un sencillo programa de edición que había conseguido a través de una revista de informática. A pesar de las limitaciones de los medios, su ingenio y dedicación dieron como resultado un emblema que ha perdurado como símbolo de unidad y orgullo, hecho a petición del entonces Jefe de Grupo.

No existe un escudo oficial para este Grupo, pero sus miembros se sienten profundamente identificados con el diseño creado por el especialista Juan A. Santos

En este 50 aniversario, el equipo actual quiere rendir homenaje no solo a la institución policial, sino también a sus futuros integrantes, con la creación de un escudo moderno que represente todas las adversidades y desafíos superados a lo largo de su historia. Este grupo ha estado en primera línea de la lucha contra el terrorismo, interviniendo en innumerables atentados, desactivando artefactos explosivos y contribuyendo a dilucidar incidentes, al enfrentarse con valentía a atentados de organizaciones como GRAPO, ETA y Yihadistas. Su legado de sacrificio y dedicación merece ser recordado y honrado, sirviendo de inspiración a las generaciones venideras.

Diseño de un escudo moderno que represente todas las adversidades y desafíos superados a lo largo de su historia

Composición y representación de elementos que forman el escudo.

Granada de mortero Valero 81mm, Modelo 1933: Quiere abarcar tanto la amenaza convencional con artefactos militares como la amenaza por agentes NRBQ, ambas originarias en la Guerra Civil Española. La elección de este modelo, la granada de mortero Valero 81mm, se debe a su coexistencia con los proyectiles de 105 mm. lanzados en Cilleruelo de Bricia (Burgos) en julio de 1937, donde se emplearon estornudógenos, lacrimógenos, cloro, fósforo e incluso iperita.(1) Este evento marcó el inicio de la guerra NBQ en España siendo esta, el artefacto militar mas neutralizado en la actualidad. Los especialistas se enfrentan día a día con el objetivo de evitar ser las últimas víctimas de dicha contienda. Simboliza el momento exacto de la detonación, el ataque al objetivo, una realidad constante en esta especialidad.

Rayos: Simbolizan la rapidez, el coraje y la profesionalidad del personal de TEDAX- NRBQ en sus esfuerzos por reducir los peligros y desactivar artefactos explosivos, cumpliendo siempre con sus responsabilidades y deberes adquiridos.

Laurel: Tiene sus raíces en la antigua Grecia, donde se otorgaba a los ganadores de pruebas atléticas y en Roma, donde coronaba a generales y emperadores victoriosos. Es un símbolo de los éxitos y reconocimientos obtenidos al neutralizar los artefactos explosivos, reflejando el ingenio, valor y dedicación al deber de sus miembros.

Ondas: Las cinco ondas, presión, choque, fragmentación, térmica y de reflexión, simbolizan el devastador poder de los artefactos. Cada una es un eco del sacrificio de nuestros cinco compañeros caídos, recordándonos su valentía y compromiso inquebrantable. (2)

Monumentos y Skyline en el Escudo del Grupo TEDAX: El terrorismo, como concepto político, surgió durante la Revolución Francesa (1789-1799) y se reflejó en los primeros atentados con petardos y máquinas infernales en Madrid (3). Monumentos como la Puerta de Alcalá (1778) y la Fuente de Cibeles (1782) han sido testigos de estos primeros actos de violencia que marcaron el inicio del terrorismo en esta ciudad. Estos eventos forjaron la necesidad de crear una unidad especializada en desactivación de explosivos, lo que llevó a la creación del Grupo TEDAX en 1975 de la Policía, un rol anteriormente desempeñado por artificieros del arma de Artillería.

En el siglo XX, la violencia terrorista se intensificó con grupos como ETA y GRAPO. El atentado contra el Almirante Luis Carrero Blanco en 1973 demostró la sofisticación creciente de los dispositivos explosivos. El Oso y el Madroño (1967) es testigo de esos tiempos de conmoción.

El Skyline actual de Madrid, con Torrespaña (1982) y las Cuatro Torres Business Area (2008-2009), refleja la evolución de la ciudad y el progreso en la lucha contra el terrorismo. Torrespaña marcó el inicio de la televisión en color y el comienzo del uso de la electrónica en los artefactos explosivos, mientras que las Cuatro Torres simbolizan el fortalecimiento de la seguridad ante el creciente desafío del yihadismo.

El escudo del Grupo TEDAX incorpora tanto los monumentos históricos como el moderno skyline, representando no solo el ámbito competencial del Grupo TEDAX- NRBQ en Madrid sino la evolución de la ciudad y el terrorismo. Su papel ha sido fundamental en la respuesta a las amenazas terroristas a lo largo de los años.

Roberto Puente Puente.

Notas:

(1) Ni en el asedio al Alcázar de Toledo, ni el sitio de Madrid, ni el Frente del Ebro. El único punto de España donde se produjo un ataque con armas químicas de verdad fue en un punto concreto del Frente del Norte en la provincia de Burgos: Cilleruelo de Bricia. Así lo afirma en un reciente ensayo Carlos Alfonso Chamorro Rodríguez, jefe del Grupo de Desactivación de Explosivos y Defensa NRBQ de la Guardia Civil de Burgos y Especialista Universitario en Historia Militar y Comunicación pública y Defensa. «En Cilleruelo de Bricia, entre el 30 de junio y el 26 de julio de 1937 la artillería republicana lanzó 200 proyectiles con carga química a la zona sublevada».

En ese momento de la contienda civil, desde el bando republicano se había iniciado una ofensiva no sólo para contener el avance de los rebeldes hacia el norte (Cantabria y el País Vasco, aún del lado republicano) sino intentar unir esa zona con la de Levante. «El plan fue un sonado fracaso pero dio origen a encarnizados choques en el frente existente entre Villarreal y La Lora», señala Chamorro en su estudio. Uno de esos choques encarnizados fue el único capítulo de la guerra civil en que se emplearon armas químicas. Aquellos 200 proyectiles de 105 mm contenían iperita, cloro, fosgeno y gases esturdógenos y lacrimógenos, que causaron el pánico entre los hombres de Antonio Sagardía, teniente coronel de los sublevados en la zona norte.

Como subraya Chamorro, el propio Sagardía tuvo que guardar cama durante dos días en el Hospital Militar de Vitoria y otros doscientos hombres -ciento setenta soldados y la mitad de los oficiales-, sufrieron los efectos de los gases. Al contrario de lo que se creyó durante años, aquella carga química no era solamente munición importada de Alemania. En el año 1990, fue destruida por los Tedax de la Guardia Civil de Burgos una granada de 105 mm con marcas de frío en las que se podía leer ‘Reinosa 1932’, por lo que al menos aquellas eran munición fabricada en territorio nacional.

El Protocolo de Ginebra, que prohibía la guerra química y bacteriológica, fue ratificado por España en 1929, «con la reserva de que sólo cumpliría el compromiso a condición de reciprocidad, condenando el empleo de los mismos, pero no su fabricación y almacenamiento así como su utilización en conflictos internos, guerras no declaradas o sublevaciones coloniales».

Lo cierto es que el ejército republicano incumplió puntualmente aquel acuerdo. Y el jefe del Grupo de Desactivación de Explosivos y Defensa NRBQ de la Guardia Civil de Burgos sostiene una teoría al respecto: que fue una provocación los republicanos, un intento casi desesperado viendo que la guerra se decantaba hacia el lado contrario para que el bando sublevado reaccionara utilizando asimismo, y con mayor contundencia, armas químicas, provocando de esta manera la condena internacional y, por qué no, una intervención internacional que modificara en favor de los republicanos el curso de la guerra.

«Una respuesta contraria de las potencias mundiales a los intereses de los denominados nacionales, si hubieran usado agresivos químicos de guerra y la posibilidad de una escalada bélica en este sentido, fue lo que ocasionó la no respuesta». Asimismo, cree el historiador que el conocimiento de los efectos sobre los combatientes y la población durante la I Guerra Mundial y la Guerra de Marruecos fue otro de los motivos valorados por los insurrectos para no responder de la misma manera al ataque y curarse en salud ante una previsible reacción internacional.

Además, sostiene Chamorro que no se encontraba ninguno de los contendientes preparado para resistir un ataque químico con garantías de respuesta. «Se carecían de unidades suficientes de lucha contra gases. No había medios suficientes de protección para los combatientes, ni capacitación de éstos para soportarla. La fabricación o importaciones no habrían podido soportar un uso durante el conflicto, máxime cuando el material italiano se encontraba exclusivamente en manos del Cuerpo de Tropas Voluntarias (CTV)».

Al final, concluye el jefe del Grupo de Desactivación de Explosivos y Defensa NRBQ, la prueba realizada en un frente menor y aislado con un número de disparos muy controlado, y habiendo observado la repercusión nacional, «influenciaron al Ejército Popular de la República y al Gobierno a desistir en su utilización. Por su parte cabe suponer que Franco debió valorar los mismos factores.

(2) El día 12 de Junio de 1985, fallece el primer TEDAX en el GDE de Madrid, Don Esteban del Amo, cuando intentaba desactivar una bomba trampa colocada por activistas de la banda criminal E.T.A, en el interior de un vehículo, que había sido abandonado en el aparcamiento del establecimiento "El Corte Inglés", tras haber sido utilizado para cometer un atentado con arma de fuego. En este mismo hecho, también resultó herido de gravedad otro T.E.D.A.X del G.D.E., con base en Madrid, Don Gerardo Puente Valderas.

El día 12 de Junio de 1991, cuando proceden a la desactivación de un paquete-bomba que activistas de la Organización terrorista E.T.A., habían dirigido a un industrial madrileño, resultan asesinados los dos Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos integrantes del E.D.E. de Servicio en la Jefatura Superior de Policía de Madrid, Don Andrés Muñoz Pérez, y Don Valentín Martín Sánchez.

El día 1 de Julio de 1991, cuando Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos, procedían a la desactivación de un paquete-bomba, dirigido a un industrial madrileño, por activistas de la Organización criminal E.T.A., resultan asesinado, los T.E.D.A.X., Don Pedro Domínguez Pérez (Destinado UCDE), Don José Luis Jiménez Barrero, y Don Luis Claraco López.

(3) Trabajo Fin de Grado “80 Años de Terrorismo con Explosivos en España (1893-1973)” Antonio Alonso Rodríguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario