Páginas

domingo, 7 de mayo de 2023

El respeto debido. Una imagen vale más que mil palabras

Lo hemos dicho en más ocasiones, el hecho de estar prestando servicio no impide tributarle a la Bandera y al Himno Nacional los honores que les corresponden.

Una cosa es prestar servicio de cordón o de control de una masa en cuyo caso la vista debe estar dirigida, precisamente, a lo que se está controlando, habida cuenta que es de donde puede proceder el peligro potencial y esa es la función primordial que hay que asumir, y otra, muy distinta, es encontrarnos, aunque sea con ocasión del servicio, en un recinto o una calle sin que la misión prioritaria sea controlar masa alguna.

Una imagen vale más que mil palabras (El Debate)

En el primer caso, toda nuestra atención debe estar centrada en el objeto que estamos controlando y al que estamos dando frente, sin importarnos lo que suceda a nuestras espaldas. En ese supuesto mantendremos una actitud vigilante dando cara al sector de público que tenemos asignado, en evitación de que este se desplace más allá de los límites del cordón establecido o de que, desde el sector controlado, se produzca una agresión.

En consecuencia, si a nuestras espaldas pasa la Bandera Nacional, S.M. el Rey o suena el Himno Nacional mantendremos la misma actitud de vigilancia ajenos a lo que sucede detrás de nosotros.

Sin embargo, eso no reza en el supuesto de que nuestra función sea otra y nos encontremos en un recinto o en una calle por la que, a nuestro frente, pasa la Enseña Nacional, el Rey o suena el Himno Nacional ya que, en esos casos, deberemos adoptar la posición de saludo que corresponde y, en el caso del paso de la Bandera o de S.M. el Rey, hacer la correspondiente inclinación de cabeza.

La Policía, en la misma medida que las Fuerzas Armadas, debe ser ejemplo de patriotismo y respeto a los símbolos nacionales y ese horizonte no se debe de perder.

En la fotografía, tomada del digital "El Debate", se observa a tres policías que prestaban servicio, en la jornada de ayer, en el campo de la Cartuja. Los tres se encuentran dando frente al terreno de juego y, por tanto, su misión no era la de controlar al público habido en los graderíos. Suena el Himno Nacional y los tres se posicionan en firmes y en actitud de saludo, como debe de ser.

Un ejemplo a seguir para dar cumplimiento a lo que estamos obligados de acuerdo con nuestro Reglamento y que deberemos observar al pie de la letra para ejemplo de los demás. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario