De nuevo, y ya van muchas veces, hemos asistido a la quema, de forma impune, de un retrato de S.M. el Rey D. Felipe VI, en las calles de Barcelona, sin que la Policía hiciese algo por impedirlo.
Es vergonzoso y canallesco que este gobierno miserable, social-comunista, permita a sus socios, los delincuentes que lo están manteniendo en la poltrona, que hagan lo que les da la gana, ofendiendo a diario a España, al Rey, a las Instituciones y a los españoles.
Han cerrado Madrid, no por la pandemia que cuando pudieron frenarla no lo hicieron por esa maldad sectaria con la que actúan, la mejor prueba aquella burla de la 8-M. lo hacen para evitar en lo posible que la gente, el pueblo liso y llano, salga a la calle el 12 de octubre a exigir que se vayan. Ese es el gran terror de estos miserables.
Y, mientras tanto, los mismos con los que pactan, los mismos con los que llegan a acuerdos -separatistas, anarquistas, comunistas y filo terroristas, siguen ofendiendo, impunemente, a las más altas Instituciones de España.
¿Hasta cuándo?
Desde aquí, nuestro apoyo y fidelidad al Rey de España y a las Instituciones de la Nación.
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