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lunes, 17 de febrero de 2020

La bomba de San Jorge (1908)

En una anterior entrada en el blog, titulada “Primavera explosiva en La Coruña”, referimos el atentado anarco-terrorista acaecido en la mañana del domingo 24 de mayo de 1908, en la iglesia de San Jorge de La Coruña. 

Aquella mañana de primavera, mientras asistían a misa de 10 los efectivos del Regimiento de Infantería “Isabel la Católica nº 54”, de guarnición por aquel entonces en la plaza de La Coruña, hizo explosión un artefacto colocado en un viejo confesionario que, consecuencia de la deflagración, saltó por los aires hechos astillas, causando heridas de poca consideración a algunos de los asistentes, además de el consiguiente estado de pánico en que se sumieron muchos de los que participaban en aquella función religiosa. 

Grabado que recoge la explosión (La Semana Ilustrada)

Como se ha señalado, todo lo referente a este hecho, primero que acontecía en la historia de La Coruña, está referido en la entrada anterior a la que hemos hecho referencia, donde se relatan una serie de atentados en cadena que sobrevinieron al descrito hasta que, finalmente, la Policía logró detener al autor de estos atentados. 

Sin embargo, del número 57 de “La Semana Ilustrada”, correspondiente al 30 de mayo siguiente, extraemos este grabado que pone de manifiesto el pánico que la explosión infundió a una buena parte de los asistentes a aquella misa dominical. 

La noticia que ilustra este grabado, no aporta nada nuevo a lo ya señalado en la entrada anterior, salvo el hecho de que, los testigos presenciales de la colocación de la bomba, tres niños, acompañaron, posteriormente al personal de los Cuerpos de Vigilancia y Seguridad por diferentes locales y garitos de la ciudad, con el fin de tratar de identificar al presunto autor del hecho, toda vez que uno de los menores lo interpeló en el momento de la colocación del artefacto, recibiendo una bofetada que le propinó el individuo en cuestión. 

Tras la explosión, se procedió a efectuar varios registros domiciliarios, así como diversas detenciones de individuos próximos a grupos anarquistas; llegando a proceder a la detención de un tal Rogelio Pardo, quien fue identificado parcialmente por los menores y que, finalmente, no fue encausado. 

Según manifestaciones del Gobernador de La Coruña, procedente del Arma de Artillería, que examinó los restos del explosivo, señaló que se trataba de un petardo de acero, cargado con pólvora y escorias de hierro, dispuesto por alguien poco experto. 

El caso, quedó resuelto a mediados de junio siguiente, procediendo a la detención del autor y su puesta a disposición judicial.

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