Nuestro gran amigo, compañero y colaborador José Luis Calvo Pérez, nos remite la segunda parte de su magnífico trabajo sobre el Regimiento "Voluntarios de la Victoria".
Continúan los esfuerzos para concluir con la formación del Regimiento de la Victoria. Aún así, a pesar de las dificultades surgidas para la incorporación de la tropa que, según la propuesta inicial debería constituir el Cuerpo, el Reino de Galicia prosigue dictando las órdenes e instrucciones correspondientes para llegar a completar su organización en el menor tiempo posible.
El 6 de julio de 1808 se acuerda que el presidiario José Martínez, soldado del Regimiento de Infantería de Aragón, se aplique al Batallón de la Victoria para cumplir los dos años que le faltan para el completo de su codena.
Se traslada orden al comandante de Voluntarios de la Victoria para que inmediatamente emprenda la marcha con el personal que en ese momento disponga para incorporarse al Ejército.
El general de Marina de El Ferrol nombra sargento 1º del Batallón de la Victoria a D. Rafael de Fuentes.
En orden a la aplicación de los reos que cumplen condena al Batallón de la Victoria, que la Sala del Crimen proceda con arreglo a derecho y a la práctica del tribunal, para que los oficiales encargados de recogerlos reciban solamente aquellos individuos que resulten destinados por la citada Sala.
Se trasmite orden al inspector del Ejército para que obligue a reunirse en su batallón a los oficiales del Regimiento de la Victoria que aún permanecen en la plaza de El Ferrol.
El 7 de julio el Reino de Galicia expresa al comandante Miralles que se da por enterado del estado en que se encuentra la organización del Batallón de Voluntarios de la Victoria, manifestándole, asimismo, que se muestra conforme que se devuelvan al comandante de Arsenales los marineros que le entregó siendo negros o mulatos, porque no conviene al servicio de las armas mezclarlos con soldados que se encuentran plenos de entusiasmo.
El 8 de julio se concede el grado de subteniente del Regimiento de la Victoria al sargento 1º, D. Rafael de Fuentes.
El 9 de julio, en atención de la representación realizada por los oficiales del Cuerpo General de la Armada, por sí y en nombre de todos los incorporados al Batallón de la Victoria, el Reino de Galicia ha determinado que el citado Batallón sea reputado y tenido como los otros cuatro Batallones de Marina, bajo la misma planta, fueros y privilegios, así como las vacantes que resulten se provean por rigurosa escala entre todos los oficiales, tanto de Marina como de Infantería que lo componen y las subtenencias a los guardias marinas, con la excepción de aquellas que el Reino tenga por conveniente nombrar otros sujetos para recompensar el premio que contraigan en acciones de campaña.
Se traslada orden al capitán general de El Ferrol para que facilite todas las cananas de cuero con interior de hoja de lata que existen en el Arsenal y que faltando estas se complete el número con las de interior de madera, con el fin de que el Batallón pueda emprender la marcha para incorporarse al Ejército.
El 10 de julio el Reino de Galicia vuelve a reiterar la orden para que el Batallón de la Victoria emprenda la marcha inmediatamente para incorporarse al Ejército. Se informa al comandante Miralles que el tesorero del Ejército ha provisto al Batallón de su mando, con el objeto que pueda salir a campaña, con diversas prendas de vestuario, tales como zapatos, sombreros y chaquetas.
El vestuario, según Clonard, se componía de chaqueta y calzón corto de paño pardo, con vueltas, cuello y vivos encarnados; en los extremos del cuello un ancla y palma cruzados; botonadura de ancla; botín corto de cuero; sombrero redondo con ala izquierda levantada y en el frente una chapa dorada con la inscripción “Voluntarios de la Victoria”.
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Chaqueta corta de paño pardo, con cierre de solapa al pecho de color encarnado, con cuello, vueltas y vivos correspondientes. El botón puede ser dorado, plateado o forrado de tela. |
Detalle del bordado del emblema sobre el cuello
El emblema de cuello, en efecto, lo componía un ancla y un ramo de palma puestos en sotuer. El ancla señala claramente la diferencia de su procedencia y el ramo de palma, que no de victoria, propio de las fuerzas ligeras de caballería, parece demostrar su condición de tropa ligera. La disposición del ancla puesta en barra debería ir por encima de la palma y la segunda pieza bordada por debajo de la primera.
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| Chapa del sombrero |
VICISITUDES, CAMPAÑAS Y ACCIONES DE GUERRA
Año 1808
El 18 de julio el Batallón de la Victoria, aún sin terminar de completar su formación parte, llevando al frente una bandera negra con la inscripción “Vencer o Morir”, para el Puerto de Manzanal, en cuyo punto deberá reunirse con el Ejército de Galicia que se encuentra reorganizándose en sus posiciones de Manzanal y Fuencebadón tras el descalabro sufrido en la batalla de Medina de Rioseco.
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| Bandera negra "Vencer o Morir" |
El día 28 el Batallón de la Victoria llega a Manzanal y desde aquí sale para Combarros, localidad cercana a Astorga, en cuyo lugar son sentenciados y fusilados cinco soldados por hacer armas contra sus oficiales y sargentos.
El 31 de julio, una vez reorganizado el Ejército de Galicia, el Batallón queda encuadrado en la segunda división puesta bajo mando del general D. Rafael Martinengo.
El 28 de agosto el grueso del Ejército de Galicia sale de Astorga con dirección a Reinosa. La 2ª división, a la pertenece el Batallón de la Victoria, marcha por León, Mansilla y Sahagún. Siguiendo la marcha la 2ª división avanza hasta Saldaña. Reunidas todas las divisiones siguen el movimiento por Aguilar de Campóo hasta llegar a Reinosa los días 6 y 7 de septiembre, en donde queda establecido el cuartel general.
Con el objeto de cubrir la plantilla del batallón, bien por no haber sido completado antes de su salida para el Ejército, bien por las deserciones habidas o por las bajas sufridas durante la larga marcha, el 3 de septiembre se resuelve prevenir al gobernador militar de La Coruña para que disponga la entrega a D. Juan Nepomuceno Granados, subteniente del Batallón de la Victoria los conscriptos que señale y escoja a los que se hallen en esta ciudad para reemplazar las bajas y poner al completo el batallón que se encuentra en campaña, reemplazos que, por una u otra causa, no recibe.
El 10 de septiembre, en junta de generales, se concertó combinar las operaciones de los ejércitos, por lo que se decidió que el Ejército de Galicia se reuniese en Villarcayo. Verificada la marcha del Ejército, sus divisiones deberían repasar el rio Ebro por distintos puntos, correspondiendo a la 2ª división, en la que iba el Batallón de la Victoria, cruzar el rio por San Martín de Elices.
El 17 de septiembre se encuentra en Villarcayo.
El día 1º de octubre la ciudad de Lugo remite un escrito a la Junta en la que expresa que los conscriptos alistados por esta ciudad para su aplicación al Batallón de Voluntarios de la Victoria han desertado. El día 5 el Reino en respuesta a la información anterior, ordena la remisión inmediata a La Coruña de los citados desertores y los demás que se presenten para ser enviados al Ejército que permanezcan acantonados en Lugo hasta nueva orden.
A primeros de octubre el comandante de la 2ª división informa al general Blake que el enemigo se había presentado delante de la avanzada de San Millán, motivo por lo que este punto es reforzado con los Voluntarios de la Victoria y que, posteriormente, ocupase los acantonamientos próximos a Quinconces.
El 8 de octubre la división de Martinengo, en la que se encuadra el Batallón de la Victoria, ocupa Valmaseda y desde esta población avanza sobre Bilbao. El día 12 interviene en el ataque contra la guarnición francesa de Bilbao, en cuya acción el Batallón de la Victoria sufre dieciocho bajas.
El 21 de octubre se encuentra en Orduña y los días 26 y 28 del mismo mes en Orozco.
El 31 de octubre el Ejército de Galicia reconcentra sus fuerzas en Zornoza y presenta batalla al mariscal Bessieres. En esta acción el Batallón de la Victoria llena sus deberes con valor.
El 3 de noviembre sostiene y disputa la posición que se le había encomendado en Menagaray, pero es obligado a replegarse sobre Valmaseda debido a la superioridad numérica desplegada por el enemigo. Retrocede con su división hasta Espinosa de los Monteros.
El 7 de noviembre el Batallón de la Victoria interviene en la acción de Güeñes. Presenta unos efectivos de 145 hombres.
El día 10 de noviembre, a la altura de la villa de Espinosa de los Monteros se presenta una fuerza enemiga considerable, lo que obliga a las tropas del Ejército de Galicia a ocupar posiciones dominantes para evitar la sorpresa y facilitar así la defensa ante el previsible ataque que pudiera emprender el enemigo, lo que así ocurrió, entablándose un encarnizado y riguroso combate, en el que por ambas partes se hicieron prodigios de extraordinario arrojo. El Batallón de la Victoria, junto con los demás cuerpos que intervinieron en la batalla, acreditó subordinación, valor y constancia. Presentaba 370 hombres, de los cuales 31 quedaron prisioneros.
Después de la sangrienta batalla de Espinosa de los Monteros emprende la retirada hacía León, llegando a Mansilla de las Mulas, en cuyo punto el 29 de diciembre se entabla un duro combate, en donde el Batallón de la Victoria, de los 350 efectivos con que contaba, queda prácticamente aniquilado.
El día 31 los restos del batallón parten desde Astorga para Galicia. Se ordena que procure contener la marcha triunfante de todo vencedor, orden que es obedecida con subordinación y disciplina.
Soldado del Batallón de la Victoria, según dibujo de Knötel. La imagen está tomada de la figura que ilustra la obra de Clonard. Las polainas de tipo jerezano que lleva, tomadas a su vez de la misma figura, no parecen ser las adecuadas, toda vez que la descripción expresa: “botín corto de cuero”. Es decir, el mismo que usaban los Batallones de Marina
José Luis Calvo Pérez.





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