martes, 11 de enero de 2022

La verdad

Título: La verdad.

Serie televisiva española de temática policial, producida para Tele 5.

Número de episodios: Dieciséis, de 70 minutos cada uno, en dos temporadas.

Afiche de la serie


Año de producción: 2018.

Dirección: Cesar Benítez entre otros.

Guion: César Benítez y Aitor Gabilondo.

Reparto: Elena Rivera, Jon Kprtajarena, Lydia Boch, José Luis García Pérez, Ginés García Millán, entre otros.

Argumento: Después de desaparecer en extrañas circunstancias, Paula García reaparece ocho años después convertida en una guapa y enigmática chica de 17 años. Marcos Eguía, un joven y ambicioso policía, será el encargado de investigar el caso, ya que el relato de la chica es confuso y contradictorio. Excepto sus acaudalados padres, nadie está seguro de que Paula sea realmente quien dice ser. Lalo Ruiz, el veterano periodista que cubrió la noticia de la desaparición, aseguran además que si la familia la ha recibido sin hacerse preguntas es porque tiene algo que esconder.

El misterio es muy difícil de esclarecer para el inexperto Eguía, sobre todo porque se siente atraído por Paula, un animal herido que sólo busca una cosa: que la quieran (FILMAFFINITY).

Nota:

Desde el punto de vista policial, la trama está bastante bien llevada. La Dirección General de la Policía creemos que colaboró, como en otras ocasiones, en esta producción, facilitando medios y material, incluso puede que asesoramiento técnico ya que se utilizan una serie de denominaciones de Unidades que hacen suponer este asesoramiento.

Se observa que, pese a ser emitida en 2018 debe ser bastante anterior pues todavía el personal usa las viejas divisas de empleo, sustituidas en 2014.

Sin embargo, tal vez se trate de la serie en cuyo argumento aparecen todos y cada uno de los arquetipos de lo llamado “políticamente correcto”, tan propio de la “Telebasura”, una característica de las cadenas generalistas que ofrecen en su totalidad el mismo discurso.

Dentro del contexto de la trama hay situaciones que no se sostienen al menos en el interior de una dependencia policial que se precie de serlo.

Como siempre, algo habitual en estas producciones, se enfrentan los “polis buenos” con los “polis malos y corruptos”.







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