Nuestro buen amigo y compañero el Comisario Angel Alcázar Sempere, es un claro ejemplo a seguir. La obligación del mando es, siempre, defender a sus subordinados. Esto es lo que se debería inculcar, por encima de todo, a aquel que ocupe un puesto de dirección.
Nos sentimos muy orgullosos y es un honor contar con la amistad del Comisario Alcázar Sempere.
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