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miércoles, 19 de octubre de 2022

La Policía Indígena (1904-1908). Inicio de la Guardia Civil en Guinea

Del boletín "Emblema" de octubre, tomamos este interesante trabajo del que es autor Javier de Granda Orive.

EXORDIO OBLIGADO.

El hallazgo fortuito de la fotografía del acto de sumisión del botuko Sás hizo que me decidiera, acudiendo a recortes, notas, fotocopias, etc, que voy guardando, a escribir este artículo. Terminado y redactado, por azar del destino, recordé el libro publicado en 2021 por el Ministerio de Defensa (1) que en su día pensé en comprar y que por desidia, olvido o indolencia no hice. Su subtítulo —nuevos testimonios y aportaciones— hizo que de inmediato lo solicitara al servicio de publicaciones del Ministerio pues algo me decía que el capítulo redactado por el coronel de la Guardia Civil Jesús Narciso Núñez Calvo podía aportar nuevos documentos.

Acto de sumisión del botuko Sás y sus súbditos ante el gobernador Ibarra. Se ve un guardia civil europeo con uniforme de verano y policías indígenas con uniformes que parecen caquis. (Comunidad de Madrid). 


Recibido el libro, fui directo al artículo de Núñez Calvo y para mi desgracia —a Dios lo que es de Dios y al césar lo que es del césar— una parte de lo que yo creía una novedad, ya había sido redactado e impreso por el coronel Núñez un año antes. Mi primera intención fue tirar mi trabajo a la papelera y desistir de su publicación pero he decidido no hacerlo pues aporta algún dato nuevo, sirve como compilación e incluye unas fotos poco conocidas. Eso sí, quería dejar constancia del hecho.

1- INTRODUCCIÓN.

La organización de una policía gubernativa y judicial en la isla de Fernando Poo data de finales del siglo XIX, cuando el Consejo de Vecinos (2) de Santa Isabel —capital de la Guinea española— crea y sostiene una fuerza indígena con doce o catorce policías mandados por un sargento nativo a los que les dotó de uniforme y armamento. No obstante, la falta de disciplina unida a la dejadez y abandono en la conservación del equipo hizo que el servicio fracasara. La idea, sin embargo, no se abandonó y durante el gobierno del capitán de fragata Dueñas (3) se nombró como jefe a un oficial de Infantería de Marina reforzando así la disciplina y ampliando su plantilla. Los gastos continuaron a cargo del Consejo de Santa Isabel quien, al ver reducidos sus recursos por estar suspendidas las concesiones de terrenos y faltarle de este modo uno de sus principales ingresos, no pudo continuar con el sostenimiento de dicha atención lo que provocó que, para no disolverla, se llegase a un acuerdo presupuestario entre el Consejo de Vecinos, el Ministerio de Marina y el Ministerio de Estado (4) para así seguir prestando, además del servicio municipal, el propio que en la metrópoli correspondería a la Guardia Civil. En efecto, el Ministerio de Estado, al carecerse de partida presupuestaria para sostener esta policía, el 19 de abril de 1901 solicita del Ministerio de Marina la posibilidad de incorporar la policía indígena —treinta hombres— a la compañía de Infantería de Marina de guarnición en Fernando Poo. Por real orden de 25 de abril de 1901 (5) el Ministerio de Marina acepta la solicitud y dispone que mientras rija el vigente presupuesto se rebaje en treinta soldados el personal de la compañía —quedando reducida a ciento ochenta y cinco hombres— y añadiendo que con el importe de los haberes de los treinta soldados se satisfaga el sueldo de los policías.

El proyecto de presupuesto de gastos e ingresos para el año económico de 1902 (6) incluye ya una partida presupuestaria para este objetivo, que se concretaría en el presupuesto aprobado definitivamente en mayo de 1902 (7) en el que se establece que la policía indígena estará formada por un teniente de Infantería de Marina, un sargento 2º, dos cabos y cincuenta guardias.

A pesar del buen hacer del oficial de Infantería de Marina, su preparación y sus funciones no eran los propios de un agente de policía lo que provocó que la Junta Consultiva de las posesiones españolas del África occidental emitiera en 1903 un dictamen sobre la organización militar de los territorios españoles del golfo de Guinea en el que recomendaba, aparte de otras medidas, la creación de un Cuerpo de Policía Indígena con sesenta guardias y cuatro cabos bajo el mando de un primer teniente, un segundo teniente y dos sargentos, todos ellos guardias civiles. Recomendaba también la creación de dos secciones, una para la ciudad de Santa Isabel y otra de carácter rural (8).

Llegada del vicario Armengol Coll a Santa Isabel  en agosto de 1904. Se observa un oficial de policía acompañado de una nativa con lo que parece un uniforme de rayadillo y cuatro policías de escolta. (opensourceguinea)


2- LA GUARDIA CIVIL EN GUINEA.

Esta idea de la Junta Consultiva no cayó en saco roto de tal manera que el presupuesto para el ejercicio económico de 1904 (9) crea ya una policía indígena compuesta por cuatro guardias civiles europeos —un primer teniente, un segundo teniente y dos sargentos segundos— y 52 indígenas —dos cabos y cincuenta guardias—

Conocido inicialmente como Cuerpo de Policía y Seguridad de las posesiones españolas del África occidental, su misión era análoga a la prestada por la Guardia Civil en la península.

Para ocupar el mando del Cuerpo de Policía fue designado, el 3 de enero de 1904, a petición propia, el primer teniente de la Guardia Civil José de la Torre y Rey, hasta entonces segundo jefe de la Comandancia de Canarias (10). El resto de las plazas de la policía indígena fueron cubiertas por el segundo teniente Fausto Andrés Aliaga, hasta ese momento jefe de la línea de La Orotava (Canarias) y los sargentos Miguel Rotger Seguí y Antonio Fernández González.

Embarcados en el vapor San Francisco llegaron a la colonia el 16 de febrero de 1904, tomando el mando de la policía el teniente de la Torre el día 19 y emprendiendo de inmediato la organización policial y administrativa del Cuerpo facilitada, sin duda, por la presencia de una estructura y una recluta de guardias previa ya existente.

La jefatura de la policía se estableció en Santa Isabel, creándose en San Carlos, al sur de Fernando Poo, por iniciativa del Gobernador, una subjefatura y destinando a ella al segundo teniente con seis o siete policías (11). Con el tiempo el número de puestos se fue incrementando a otros puntos del este territorio español como Elobey, Bata, Annobon, Concepción, Asobla, Basakato, Moka, etc. Incluso, organismos como la Cámara Agrícola de Fernando Poo, suplicaba al gobierno de la colonia, la apertura de nuevos puestos en otras localidades como Laka, Basuala, Baho, Bolok grande y Botarí (12).

Uno de los primeros conflictos a los que hubo de enfrentarse la recién creada fuerza de policía dependiente del benemérito Instituto fue la sublevación de varios poblados bubis del sur de Fernando Poo, situados en Concepción y el valle de Moka, encabezada por su rey —botuko— Esasi Ebuera, conocido como Sás Ebuera, que tenía una conducta radicalmente hostil a la dominación española. En junio de 1904, ante la actitud rebelde del botuko Sás y habiendo sido repelidos un cabo y cuatro policías del puesto de Concepción que habían acudido al lugar para imponer el orden, se organizó una expedición de castigo dirigida por el teniente José de la Torre acompañado de una fuerza policial compuesta por el segundo teniente, el cabo senegalés Silman Sila (13), otro cabo y seis guardias.

Acto de bendición de la fuente delante de la catedral en construcción. Al fondo de la foto, a la derecha, una sección de Infantería de Marina y a la izquierda, una sección de policía indígena. (opensourceguinea)


A tal efecto, el día 26 de junio partieron las fuerzas de Santa Isabel a bordo del vapor interinsular Mogador llegando a la bahía de Concepción a las 9 de la mañana. Informados de las fuerzas de los rebeldes y de que contaban con escopetas, el día 27 los policías, al mando del cabo Sila, procedieron al asalto y, a pesar de lo accidentado del terreno y de las lluvias torrenciales, acabaron con la resistencia de los sublevados deteniendo al botuko Sás, a su lugarteniente Passi, a su familia y súbditos, confiscándoles dieciocho escopetas. El día 29 fueron llevados en el vapor Mogador a Santa Isabel para que reconocieran, pública y oficialmente, ante el Gobernador, su sumisión y acatamiento de la soberanía española.

Dos días y medio después, tanto Sás como Passi murieron en extrañas circunstancias en el hospital de Santa Isabel (14), lo que permitió que Malabo, hijo primogénito del difunto rey Moka y fiel servidor de los intereses de España, fuera proclamado jefe.

Comenzado el año 1905, la partida presupuestaria aplicable a las posesiones españolas del África occidental del año 1904 fue prorrogada, lo que significaba que se mantenía, sin cambios, la plantilla de la policía indígena. Sin embargo, en marzo (15), el Ministerio de Estado consideró necesario reforzar con personal europeo el Cuerpo de policía quedando su plantilla compuesta por un primer teniente, un segundo teniente, dos sargentos, cuatro cabos habilitados de sargentos, cuatro guardias civiles habilitados de cabos y cien guardias indígenas, es decir, se incrementaba en ocho los nuevos guardias civiles europeos y en cincuenta los nuevos guardias indígenas. A tal fin, por real orden de 6 de mayo, el Ministerio de Estado comunicaba al de Guerra el incremento del personal y le solicitaba que estos nuevos guardias civiles fueran elegidos en la Comandancia de Canarias, no solo por estar más cerca de Guinea, sino porque era más económico para el tesoro colonial su transporte. Añadía que el embarque de estos hombres debía verificarse en el vapor San Francisco que saldría de Cádiz el 30 de mayo.

El 10 de mayo el Ministerio de la Guerra disponía que con toda urgencia se explorara la voluntad de los cabos y guardias de la Comandancia de Canarias y que si existieran más voluntarios de los exigidos, se diera preferencia a los más antiguos o de mejores antecedentes. El sueldo anual durante su permanencia en la colonia sería de 2700 pesetas los cabos y 1270 pesetas y una ración diaria de 2 pesetas los guardias.

Núñez Calvo (16) afirma que entre los cabos se encontraban Domingo Medina Jiménez e Isaac Arconada Martínez y entre los guardias Manuel Norato Casado y Manuel Vega García.

En agosto de 1905, siete policías del puesto de Bata, formaron parte de la expedición al interior del distrito continental encabezada por el subgobernador Luis Ramos-Izquierdo (17), y escoltados por fuerzas de Infantería de Marina.

En 1907 el teniente José de la Torre por real orden de 6 de febrero asciende a capitán con antigüedad de 30 de enero, siendo ratificado en el mando de la policía por real orden de 1 de abril de 1907 (18). El 27 de abril, unos días más tarde, fallecía en Santa Isabel víctima de una fiebre perniciosa, siendo sus restos enterrados en el cementerio de Basilé tras la despedida oficial con el desfile de las tropas y la descarga de ordenanza. Dejaba viuda y diez hijos. Fue sustituido en la jefatura de la policía indígena por el teniente César González Miguel que había llegado a Fernando Poo el 15 de abril de 1907 a bordo del buque San Francisco.

Unos meses después, por real orden del Ministerio de la Guerra de 20 de agosto de 1907 (19), se volvía a reorganizar el Cuerpo de Policía otorgándole una nueva denominación: Guardia Civil de los territorios españoles del golfo de Guinea y estableciendo una serie de normas de carácter administrativo. En ella se decía que los oficiales quedaban en situación de supernumerarios sin sueldo, adscritos a la Comandancia de Canarias pero dependiendo del Ministerio de Estado, y quedando en situación de excedencia cuando regresaran definitivamente a la península. Las clases e individuos de tropa causaban baja en la plantilla de su Comandancia y pasaban a la de Canarias en concepto de agregados para solo las reclamaciones de premios y pluses de reenganche, quedando agregados a su Comandancia de origen cuando regresaran definitivamente a la metrópoli, adjudicándoseles la primera vacante que se produjera en ella.

El tiempo de permanencia a disposición del Ministerio de Estado se contaba como activo y con las armas en la mano a todos los efectos de ascensos, retiros y premios de renganches.

Lámina de Bueno Carrera con un policía indígena, un oficial de rayadillo y un cabo con uniforme de verano. (www.coleccionguardiacivilagb.com)


Los gastos del viaje de ida y de regreso definitivo a España, tanto para los guardias como para sus familias, corrían a cargo del presupuesto colonial.

Esta norma se amplió por otra de 28 de abril de 1908 (20) que establecía su retroactividad pues indicaba que el personal que hubiera servido en Guinea con anterioridad a ella, también tenía derecho a lo especificado en sus preceptos a partir de la fecha de su destino en esos territorios ecuatoriales.

En 1908 se produjo la desaparición de esta especial y efímera policía como consecuencia de la creación de una nueva Unidad en los presupuestos para la colonia de 1908 (21). En virtud de esta norma el servicio de policía fue suprimido, así como también la Infantería de Marina como fuerza de guarnición y el resguardo aduanero, refundiéndose estos tres Cuerpos en uno solo llamado Guardia Colonial que también, en principio, estuvo integrado por oficiales y clases de la Guardia Civil.

Sin embargo, la Guardia Civil de los territorios españoles del golfo de Guinea continuó prestando sus servicios hasta la llegada a Santa Isabel de los primeros voluntarios de la Guardia Colonial el 15 de febrero de 1908 a bordo del vapor San Francisco. Eran cuarenta y siete guardias civiles encabezados por el capitán Fausto Barrios García, primer jefe de la nueva Unidad. En la plantilla de oficiales y clases se integraron los de la disuelta Guardia Civil, mientras que la fuerza indígena se reclutó entre los licenciados de la policía y de la Infantería de Marina, cubriéndose las plazas restantes con los naturales del territorio y braceros libres de contrato (22).

3- UNIFORMES.

Resulta difícil determinar la uniformidad de este Cuerpo policial, sobre todo en el caso de los policías indígenas, dada la falta de normativa específica (23) y la escasez de documentos gráficos claros.

Bueno Carrera (24) dibuja en su libro de Guinea un capitán —tendría que ser José de la Torre— diciendo que viste uniforme tropical y añadiendo que el resto de los guardias civiles vestirían análogos uniformes pero con el correaje de tropa. Dibuja también a un guardia indígena basándose en la famosa fotografía publicada en la Actualidad de 27 de diciembre de 1910 que Ramos-Izquierdo en su libro data el 10 de agosto de 1908 (25). En su libro sobre la Guardia Civil, Bueno dibuja en la lámina XVIII también un oficial con uniforme de rayadillo (26).

Fijándonos en las imágenes que ilustran este trabajo, los oficiales y clases de la Guardia Civil utilizarían el uniforme de verano aprobado por real orden circular de 24 de julio de 1901 (27), reformada por otra real orden de 2 de julio de 1902 (28).

La norma de 1901 creó un uniforme de verano para las clases e individuos de tropa que prestaran servicio en una serie de regiones —entre ellas Canarias, Ceuta y Melilla— de tela de algodón azul tina sin brillo, que utilizarían en el servicio ordinario y para paseo. La norma autorizaba a los jefes y oficiales a utilizar este uniforme pero de mejor calidad.

La norma de 1902 declaraba reglamentario para todas las Armas y Cuerpos del Ejército, incluida la Guardia Civil y los Carabineros, el uso del uniforme de verano pero distinguía entre los generales, jefes y oficiales y las clases e individuos de tropa. La guerrera de tropa era de algodón azul tina, sin brillo, igual al guingón de los pantalones de Filipinas y de una calidad que no desmereciera con el lavado su color, con cuello alto de puntas redondas con el número del Tercio y botones de metal reglamentarios. El pantalón era de igual tela que la guerrera, sin franja ni vivo alguno. Para generales, jefes y oficiales la guerrera era de tela de rayadillo de igual forma que la de la tropa con bolsillos a los costados y en el pecho y bocamangas sobrepuestas de la misma tela. El pantalón era de la misma tela que la guerrera, sin franja ni vivos. Como característica, en Guinea se dispuso el uso de salacot blanco, modelo inglés, igual al utilizado por la Infantería de Marina, con escudo en el frontal.

Tte. José de la Torre (Bioko.net)



Determinar cómo era el uniforme de la tropa indígena es más difícil. En las fotografías del trabajo se puede observar que el uniforme no era azul, pareciendo más de un color caqui o acanelado y que se llevaba sin correaje. Como prenda de cabeza se utilizaba también el salacot blanco tipo inglés. Mi hipótesis es que este uniforme es herencia del probablemente utilizado cuando esta policía estaba asociada a la compañía de Infantería de Marina como unidad independiente pues es sabido, que en 1901 (29), la Infantería de Marina empezó a utilizar un salacot blanco y un uniforme caqui por ser más duradero y de mejor calidad que el rayadillo.

APÉNDICE. Relación (incompleta) de guardias civiles destinados a Guinea.

Teniente/Capitán JOSÉ DE LA TORRE Y REY 1904-1907.
Teniente FAUSTO ANDRÉS ALIAGA 1904-1906.
Teniente ANTONIO SEOANE Y CAÑO ¿-1906
Teniente CÉSAR GONZÁLEZ MIGUEL 1907-1908.
Teniente LUIS AGUSTÍN MARTÍNEZ 1907-1908.
Sargento MIGUEL ROTGER SEGUÍ 1904-¿
Sargento ANTONIO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ 1904-¿
Cabo/Sargento FÉLIX VICENTE PLAZA ¿-1907.
Sargento VENANCIO ELVIRA CEBRIÁ 1905-¿
Sargento ANTONIO ONTENIENTE BUADES 1905-1906.
Sargento GERMÁN SOLER CORTÉS 1907-1908.
Sargento VICENTE SANTOS JUANES 1907-1908.
Sargento ANTONIO RODRÍGUEZ LÓPEZ 1907-¿
Cabo FABIÁN SANZ GARIJO 1904-1906.
Cabo DOMINGO MEDINA JIMÉNEZ 1905-1905.
Cabo MANUEL NORATO CASADO 1905-1907.
Cabo MANUEL VEGA GARCÍA 1905-1908.
Cabo ISAAC ARCONADA MARTÍNEZ 1905-1908.
Cabo FRANCISCO MARTÍNEZ REYES 1907-¿
Cabo FRANCISCO LUQUE 1907-¿
Cabo CIPRIANO HORTGÜELA GUERRA 1907-1908.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES.

Biblioteca virtual del Ministerio de Defensa en www.bibliotecavirtualdefensa.es
BUENO CARRERA, José María: Nuestras tropas en Guinea. Aldaba ediciones, 1990.
CASTRO, Mariano de y NDONGO, Donato: España en Guinea. Construcción del desencuentro: 1778-1968. Ediciones Sequitur, 1998.
GARCÍA CANTÚS, Lola: «El comienzo de la masacre colonial del pueblo Bubi. La muerte del botuko Sás 1904», en Estudios africanos. Historia, oralidad, cultura, Ceiba, Barcelona, 2008.
G. GEIJO, Jenaro: La Guinea española y la guardia colonial. Imprenta El Noroeste, Gijón, 1915.
Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España en www.bne.es.
NÚÑEZ CALVO, Jesús Narciso: «La Guardia Civil en la Guinea española (1904-1969)» en España en Guinea Ecuatorial. Nuevos testimonios y aportaciones, Ministerio de Defensa, Madrid, 2021.
NÚÑEZ CALVO, Jesús: La guardia territorial de la Guinea española. Almena ediciones, Madrid, 2000.
RAMOS-IZQUIERDO Y VIVAR, Luis: Descripción geográfica y gobierno, administración y colonización de la colonia española del golfo de Guinea. Imprenta de Felipe Peña Cruz, Madrid, 1912.
Revista La Guinea española en jable.ulpgc.es.
ROBLES RUÍZ, Jesús y VALERO CAPILLA, Juan: «La uniformidad de la Guardia Civil (IV)» en Revista de estudios históricos de la Guardia Civil, nº35, 1986.
SEQUERA MARTÍNEZ, Luis de: Poto poto. Las tropas de guarnición en los territorios españoles de Guinea. Ministerio de Defensa, Madrid, 2006.
SIALE DJANGANY, José Fernando: «Esáasi Eweera: en el laberinto del estado dual» en Éndoxa: serie filosófica, nº35, UNED, Madrid, 2016.
Página de Alfonso González Bolaños en www.coleccionguardiacivilagb.com.

Notas

1. TEIJEIRO DE LA ROSA, Juan Miguel y GARCÍA CABEZAS, Manuel: España en Guinea Ecuatorial. Nuevos testimonios y aportaciones. Ministerio de Defensa, Madrid, 2021.
2. Los Consejos de Vecinos en las posesiones españolas de Guinea, semejantes a las Corporaciones municipales peninsulares, se crearon por el Estatuto de 26 de noviembre de 1880. Gaceta de Madrid de 28 de noviembre de 1880.
3. Francisco Dueñas y Martínez fue gobernador de Guinea entre diciembre de 1899 y diciembre de 1900.
4. En 1901 el régimen, gobierno y administración de los territorios del golfo de Guinea, encomendados hasta ese momento a la presidencia del Consejo de Ministros y ejercidos anteriormente por la sección colonial del Ministerio de Ultramar, pasaron a depender del Ministerio de Estado por real decreto de 12 de abril de 1901. Gaceta de Madrid de 13 de abril de 1901.
5. Boletín oficial del Ministerio de Marina (B.O.M.A.) de 27 de abril de 1901.
6. Gaceta de Madrid de 10 de noviembre de 1901.
7. Gaceta de Madrid de 28 de mayo de 1902.
8. SEQUERA MARTÍNEZ, Luis de: Poto poto. Las tropas de guarnición en los territorios españoles de Guinea. Ministerio de Defensa, Madrid, 2006, p. 126.
9. Gaceta de Madrid de 30 de diciembre de 1903.
10. José de la Torre nació en Lucena (Córdoba) en 1856. Su vida militar comenzó en 1871 cuando fue alta en el Regimiento de Infantería San Quintín nº 32 de Sevilla pasando seguidamente a Cuba, como voluntario, y siendo destinado al tercer Tercio de la Guardia Civil. Participó en las campañas de Cuba de 1873 y de 1898. Tras su vuelta de ultramar estuvo destinado hasta 1904 en la Comandancia de Canarias salvo un pequeño periodo en la Comandancia de Málaga.
11. La Guinea Española de 12 de mayo de 1904.
12. La Guinea Española de 12 de enero de 1907 y de 24 de mayo de 1907.
13. Para la recluta de las fuerzas indígenas creadas en la Guinea española, es decir, para la Infantería de Marina, las fuerzas policiales y la Guardia Colonial, se prefirió siempre a los senegaleses sobre los naturales de Guinea. Ramos-Izquierdo (Descripción geográfica y gobierno, administración y colonización de las colonias españolas del golfo de Guinea, Madrid, 1912, p. 287) dice que poseen gran espíritu militar, que son valientes, audaces, duros y que se consideran superiores a los indígenas de Guinea. Gregorio Granados (Páginas sueltas sobre la Guinea española, Barcelona, 1912 p. 51), sin embargo, los tacha de tener mala conducta, de condición moral inadmisible siendo la mayor parte borrachos, pendencieros e indisciplinados. La Guinea Española de 12 de julio de 1904 dice del cabo Sila que era un «hombre templado, inteligente y nada cobarde, que hace años presta valiosos servicios en la colonia».
14. Estos hechos dieron lugar a una investigación de lo sucedido por parte del Ministerio de Estado. Para más información sobre estos acontecimientos ver los trabajos de Lola García Cantús y José Fernando Siale reseñados en la bibliografía.
15. Real decreto aprobando las plantas de personal y material correspondientes a las administraciones central y colonial de los territorios del África occidental de 6 de marzo de 1905. Gaceta de Madrid de 18 de marzo de 1905.
16. NÚÑEZ CALVO, Jesús: La Guardia Territorial de la Guinea española, Almena ediciones, Madrid, 2000, p.7.
17. RAMOS IZQUIERDO Y VIVAR, Luis: op. cit., pp. 103-121.
18. Diario Oficial del Ministerio de la Guerra (D.O.M.G.) de 3 de abril de 1907.
19. D.O.M.G. de 21 de agosto de 1907.
20. D.O.M.G. de 30 de abril de 1908.
21. Gaceta de Madrid de 17 de diciembre de 1907.
22. G. GEIJO, Jenaro: La Guinea española y la Guardia Colonial. Imprenta de El Noroeste, Gijón, 1915, p.54 y RAMOS-IZQUIERDO Y VIVAR, Luis, op. cit., p. 286.
23. No he podido encontrar ninguna norma concreta sobre la uniformidad de esta Unidad.
24. BUENO CARRERA, José María: Nuestras tropas en Guinea. Aldaba Ediciones, 1990, pp. 28 y 29.
25. Personalmente creo que la foto corresponde a los primeros días de la Guardia Colonial y no a la policía indígena.
26. Lámina presente en la página web de Alfonso González Bolaños www.coleccionguardiacivilagb.com.
27. Colección legislativa del Ejército, año 1901.
28. Colección legislativa del Ejército, año 1902.
29. Real orden de 4 de enero de 1901. B.O.M.A. de 8 de enero de 1901.

Javier de Granda Orive.

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