El Cuerpo ante de finalizar el año
adquiere de forma extraordinaria una decena de máquinas para someterlas a
diferentes pruebas con la finalidad de adquisiciones futuras ya que las
presentes Guillet se estaban quedando superadas por otros medios rodados. Así
pues, se adquieren marcas como Norton de 500 cm3, Sumbeam de 600 cm3, N.S.U de
556 cm3, Douglas de 600 cm3, Motosacoche de 500 cm3, Guzzi de 500 cm3, B.M.W de
400 cm3, Harley Davidson de 750 cm3 y Matchless de 500 cm3.
Estas máquinas quedan repartidas por
las distintas Secciones, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Burgos y Oviedo. Quedando
las restantes asignadas al parque central de mantenimiento y a la provincia de
Madrid. Todas ellas serán sometidas a los rigores del servicio para su
valoración.
Hacia mitad de 1935 vendría a
publicarse un Decreto que seria el principio del fin del C.V. decía así en su
primer articulo [copia literal]
Articulo 1.- La inspección y
vigilancia de los servicios públicos de transportes por carretera radicará en
las Jefaturas de Obras Publicas de cada provincia, a cuyo efecto se crea en
cada una de ellas, dependiendo de la Direccion General de Ferrocarriles, un
servicio denominado de “Inspección General de Carreteras”, a cuyo frente
figurará el Ingeniero-Jefe, quien tendrá a sus órdenes a los siguientes
funcionarios:
Un Ingeniero de Caminos, adscrito a la
Jefatura de Obras Públicas.
Un Ingeniero Industrial, afecto a la
Jefatura de Industria.
Un Interventor del Estado en la
explotación de los ferrocarriles.
El Jefe de los Vigilantes motorizados
que preste sus servicios en cada provincia.
Un funcionario de la Delegación de
Hacienda.
De esta forma y mediante Decreto se
descabeza el Cuerpo de Vigilantes de Caminos de su Jerarquía militar, quedando
los Oficiales Jefes de sección a las órdenes de un Ingeniero civil, dándose
cuestiones tan dispares como V.C. armados con pistola al cinto mandados por
Jefes civiles. A lo largo de este año 1935 se les reconocerá a estos V.C. la
posibilidad de ir armados estando de paisano, debido a los asesinatos que a lo
largo del país se estaban dando entre los agentes del orden en cuanto eran
reconocidos por la calle.
Como se puede comprobar con un vistazo
rápido, es muy semejante a otras placas de identificación de la II Republica.
Sobre la banda tricolor el nombre del Ministerio Obras Publicas, debajo del
mismo en color blanco las iniciales VC. No hay muchas de estas placas amen de
que tampoco fueron muchos estos Ingenieros, apenas hablamos de un puñado
repartidos por la geografía española. Tampoco las aparecidas tienen pinta de
haber sido usadas., y es que tiempo, no tendrían.
Otra de las novedades de la entrada de
este Decreto es la participación de los Delegados de Hacienda en las
Delegaciones de Obras Publicas. Esto es debido a la presión que desde el
Gobierno se ejerce sobre la aportación a las arcas publicas de las sanciones
que se establecen sobre las carreteras españolas y en las que estos V.C son sus
ejecutores, (y es que amigo lector la voracidad recaudatoria del Gobierno de la
II República, se mostró inmisericorde). Se multiplican estas sanciones lo que
se traduce en un mal ambiente entre los V.C. y la visión que vienen dando a los
conductores. Se producen varios altercados de jurisdicción entre el Cuerpo de
la Guardia Civil, Peones Camineros y el de Vigilantes lo que se traduce en
varios llamamientos por escrito de estos Directores Generales de los cuerpos
involucrados en referencia a que estos deben trabajar en constante armonía y en
la obligación de prestarse ayuda y socorro entre ellos.
A finales de 1935 se publica en la
Gaceta el Reglamento orgánico provisional del Cuerpo de Camineros del Estado.
En el se establece la forzosa relación entre cuerpos, ambos dependientes de
Obras Publicas.
[Como se puede apreciar, labores ya
adjudicadas al C. de Vigilantes de Caminos y que también se habían establecido
al Cuerpo de la Guardia Civil en los campos y carreteras españolas. No es de
extrañar los continuos choques y enfrentamientos entre Cuerpos y que se tenían
que redimir en las Jefaturas de Obras Públicas, por los Sres. Ingenieros Jefes
que mostraban más simpatía por el Cuerpo de Camineros que por el impuesto de
V.C.]
Hasta aquí expuesto esta lo oficial y
lo que después de investigar esta al alcance de todo lector.
Daré escuetamente mi parecer y lanzare
alguna que otra duda, para mi razonable.
Un cuerpo nacido como para-policial,
mandado en su jerarquía por la milicia y que para subsanar dicha equivocación
inicial se somete sobre la marcha a jefatura civil, estaba irremediable- mente
avocado a su disolución.
¿Por que el Cuerpo de Vigilantes de
Caminos ha sido apropiado por los estudiosos de la Historia Policial Española,
como uno de los cuerpos integrantes de la misma? Yo mismo el primero. ¿Qué
tiene que ver el C.V.C con cuerpos como el de Seguridad, Vigilancia, Orden
Público, Policía Armada etc.? ¿Qué terminada la Guerra Civil algunos fueron
integrados en la especialidad de Trafico?
He aquí alguna de las cuestiones que
sin duda a más de uno le pueden asaltar, y que en particular a mi mismo y a
raíz de mis investigaciones sobre este efímero cuerpo me hacen reflexionar
sobre el mismo y su pertenencia a la Historia pasada de la Policía Española.
Lo cierto y verdad es que si no se les
ubica en la Policía, es muy posible que no tuviera fácil acomodo en otros.
También es cierto y verdad que desde
finalizada la contienda española, en las revistas oficiales tales como Policía
Armada y Trafico, Investigación y algún libro especializado se hace muy poca o
nula referencia a este cuerpo, y eso que en la revista P.A y T hay un ex
vigilante llegado a Jefe que escribe con regularidad, sin embargo nada de nada.
Dejo aquí estas cuestiones que bien pueden aumentar o simplemente pasar inadvertidas, eso ya depende de la curiosidad del lector.
Silvestre Barquero Baños.
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