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jueves, 9 de septiembre de 2021

Puntualizaciones a unos comentarios desafortunados

Con mucha tristeza leo, en un blog titulado “Benemérita al día”, un artículo que firma el Guardia Civil retirado Antonio Mancera Cárdenas en el que hace unos juicios de valor muy poco acertados con la relación a la Policía Nacional y a sus miembros, entre los que me incluyo.

No voy a entrar a debatir, pues no es mi intención polemizar, sobre el servicio concreto al que hace referencia y que, lamentablemente, provocó la indisposición de un miembro de la Guardia Civil, simplemente porque para poder debatir con conocimiento sobre algo es preciso conocer los hechos de forma objetiva y ese conocimiento no se adquiere por la información recibida de una de las partes solamente. Por tanto, no voy a entrar en debate, aunque me va a permitir que le señale y él, como buen militar, debería saberlo, que todos recibimos órdenes de nuestra cadena de mando y las órdenes están para cumplirlas, nada más.

Debo decirle, por otra parte, que en mi caso concreto confluyen dos aspectos de relevante interés, de un lado el hecho de ser Inspector de la Policía Nacional y de otro ser Alférez Reservista de Infantería de Marina lo que me permite, de alguna manera, tener la perspectiva que aporta la visión con los dos ojos, no solamente con uno.

Tengo muy buenos amigos y compañeros en la Guardia Civil, amigos que van, afortunadamente, desde Guardia a General y profeso hacia ese Cuerpo la admiración, el cariño y el respeto debido, a sabiendas de su valía y de lo sacrificado del ejercicio de las misiones y servicios que tiene encomendados. Sin embargo, he de decirle que en una situación similar nos encontramos los que formamos parte de la Policía Nacional que, pese a que nuestro trabajo se desarrolla en el ámbito urbano, no por ello deja de ser tan penoso, sacrificado y peligroso como el desempeñado por la Guardia Civil.

Pese a todo, lo que si resulta inadmisible son esos juicios de valor que realiza al respecto de la remisión de personal policial a zonas de operaciones lideradas por el Ministerio de Defensa. Con relación a eso he de decirle, en primer lugar, que de acuerdo con lo que nos han dicho, de forma reiterada, los sucesivos gobiernos, se trata de “operaciones de paz”, nadie mencionó nunca lo contrario, pese a que todos sabemos de que clase de operaciones estamos hablando y, en consecuencia, en una operación de paz puede ser necesaria la presencia del personal policial.

Por otra parte, la seguridad de las legaciones españolas está encomendada, en muchos casos, a la Policía Nacional y eso requiere, en determinados escenarios, el uso de armas de guerra para su defensa y la del personal que trabaja en ella, algo que no debería extrañar a nadie.

Sin embargo, hay un consideración previa que, probablemente, este señor no ha comprendido y que no hace ningún bien al concepto general del patriotismo: la defensa de España y de sus intereses no es una función exclusiva del personal militar, como tampoco es, en exclusiva de la Policía Nacional, la misión del mantener el orden público en las ciudades toda vez que si los sucesos se agravan también la Guardia Civil sería remitida a los escenarios de los desórdenes para solventar la situación, nada más lógico.

Yo mismo, en el ejercicio de mi función, al frente de una Unidad de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Vigo, tuve que acudir a una localidad donde se encontraba desplegada en exclusiva la Guardia Civil y allí, a las órdenes del Capitán de cuya Compañía dependía el Puesto en cuestión, resolver el asunto con éxito.

Con relación a lo que señala de los homenajes a los Policías muertos por España que, por cierto, entregaron sus vidas de forma tan generosa como lo hicieron los heroicos Guardias Civiles caídos en acto de servicio, he decirle que el formato adoptado para estos homenajes, similar al desarrollado por las Fuerzas Armadas, no es un patrimonio exclusivo de nadie, antes bien, creo que se debe imitar aquello que está bien hecho y llega al corazón de las gentes.

Por otra parte, la participación de la Policía Nacional en los actos del 12 de octubre es la consecuencia lógica de tratarse del Día de la Fiesta Nacional, no hablamos del Día de las Fuerzas Armadas en el que, en exclusiva, participan los Ejércitos y la Guardia Civil, hablamos de una fecha en la que celebramos la fiesta de todos y en la que todos debemos estar presentes.

Tampoco voy a entrar a debatir nada al respecto de la politización de la Policía Nacional, idéntica a la de la Guardia Civil, no hay más que recordar aquello de “minimizar los efectos de los mensajes contra el Gobierno” o el triste suceso de las “maletas de Delcy”. Aquí, señor mío, el que más y el que menos tendría mucho que callar.

En cuanto a la crítica velada al respecto de la bravura y acometividad de unos y de otros, he de decirle que tanto los Guardias Civiles, como los Policías Nacionales, salimos de la misma sociedad, la española, y que en ninguna de nuestras Academias y Escuelas se forma una suerte de superhombres, simplemente se prepara a fieles servidores de España.

También resulta intolerable y dice bien poco de quien así lo piensa, que los servicios que ejecutan los policías nacionales tienen por objetivo que se les conceda la “blanca”, como usted despectivamente llama a la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco que, por cierto, cuelga de los pechos de muchos Guardias Civiles. Mire usted, nosotros igual que usted, vamos a donde nos mandan nuestros superiores y lo hacemos porque es nuestro deber y resulta intolerable que alguien manche nuestro honor con ese tipo de comentarios que tanto se alejan de la verdad.

Dudo mucho que se pretenda copiar el modelo de Bélgica ya que, de muy antiguo es sabido que, a nadie y menos a los políticos, les interesa que el poder policial se concentre en un solo Cuerpo, una pretensión que viene de muy antiguo y jamás cristalizó en cosa positiva. Por otra parte, me da la sensación de que, caso de que tal cosa se llevase alguna vez a la práctica, habría más partidarios en el seno de la Guardia Civil que en el de la Policía Nacional.

De una u otra forma, discrepancias entre ambos Cuerpos las ha habido siempre, incluso cuando la Guardia Civil ha realizado un servicio en la demarcación asignada a la Policía Nacional y, sin embargo, jamás llegó la sangre al río. Cada uno de nosotros sabemos dónde estamos y cuál es nuestra misión que, por cierto, aunque a usted le pese, es la misma: defender a España y en eso nadie es mejor que el otro y todos, absolutamente todos, Guardias y Policías, Policías y Guardias, debemos hacerlo codo con codo.

Otro asunto que trata este señor con mucha ligereza, faltando a la verdad, es ese comentario en el que alude a que varios Comisarios realizan o han realizado el Curso de Estado Mayor. En primer lugar, los primeros convocados fueron Inspectores-Jefe que no Comisarios, y en segundo lugar, el prestigio que posee y el alto nivel de preparación que otorga, a cualquiera que tenga que asumir funciones de dirección, la Escuela de Estado Mayor de la Defensa hace aconsejable asistir a ese Curso; por otra parte, hace mucho tiempo que el contenido de estos Cursos va más allá de la mera preparación para acciones de guerra en el sentido clásico y esto no lo digo yo, es la opinión de muchos Mandos de los Ejércitos que han superado, con éxito, estos Cursos.

Y veo que usted está muy mal informado, señor, hace varios años que un Oficial de la Policía Nacional, juntos Cabos Primeros del Ejército de Tierra, Infantería de Marina, Ejército del Aire y Guardia Civil, iza la Bandera Nacional el Día de la Hispanidad. Es que no se si sabe que la Bandera, la gloriosa roja y gualda, no es de un Cuerpo concreto, es de todos los españoles y a lo mejor, esa falta de respeto que, desgraciadamente, tienen muchos compatriotas hacia nuestra Bandera se deba a actitudes como la de usted. La Bandera, señor mío, igual que el Escudo y el Himno Nacional, es de TODOS los españoles, militares, guardias civiles, policías y paisanos.

Por cierto, le recuerdo que desde 2015 la Policía Nacional ostenta, con todo merecimiento, el derecho al uso y custodia de la Bandera Nacional.

Eugenio Fernández Barallobre,
Inspector de la Policía Nacional retirado.

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