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viernes, 26 de marzo de 2021

Policías y escritores (VI)

Nuestro buen amigo, compañero y miembro de la Junta Directiva de la Orden de la Placa y el Mérito, Antonio Alonso Rodríguez, nos remite esta sexta entrega de la serie "Policías y escritores". Un magnífico trabajo de muy gran amigo Antonio a quien agradezco su valiosa aportación a la historia corporativa.

ENRIQUE BARCO TERUEL

En esta sexta entrega de la serie «POLICIAS Y ESCRITORES» trataremos de otro miembro del Cuerpo de Policía que compatibilizó su trabajo como Policía con su afición por la escritura. Nos estamos refiriendo a Enrique Barco Teruel.

Nació en Madrid el 8 de enero de 1921 y fue por lo tanto «…perteneciente a esa generación que comenzó a abrirse paso en la época más azarosa de nuestra historia que unos llaman “generación puente” y otros “generación frustrada”» (1)

Enrique Barco Teruel con su uniforme de la División Azul (2)


Nada sabemos de sus orígenes y de sus vivencias durante la Guerra Civil, pero lo que sí conocemos que una vez acabado el conflicto se alistó voluntario en la División Azul donde combatió contra el comunismo más de dos años. Durante su estancia en la División el azar hizo que conociera a otro “guripa” que servía en su misma unidad, el Grupo de Transportes, con el que además de amistad y camaradería, compartió aficiones literarias y oficio. Nos estamos refiriendo a otro Policía y escritor, Tomas Salvador Espeso autor, entre otras obras, del libro «División 250» obra clave para entender esa heroica unidad de voluntarios.

Tras ser licenciado en esa gloriosa unidad ingresó en el Cuerpo General de Policía en mayo de 1944, junto a su camarada Tomás Salvador, compañero también de promoción. (En el escalafón del Cuerpo de 1946, Enrique Barco hacia el número 1509, mientras que Tomás Salvador era el número 1542). Tras su paso por la Escuela de Policía fue destinado a la ciudad de Barcelona donde fijó, hasta el final de su vida, su residencia.

ENRIQUE BARCO TERUEL ESCRITOR.

Decían de él los críticos literarios que poseía una sólida formación intelectual y que sus maestros habían sido Azorín, Marañón y Ortega y Gasset. Añadían que su prosa era clara y precisa y que su vocación literaria era el ensayo.

Portada de uno de sus libros (col. Antonio Alonso)

De hecho su primera obra, fue un ensayo titulado «Elogio y nostalgia de Marañón», publicado en 1961, y que mereció por unanimidad el primer premio «Gregorio Marañón» instituido por la revista «Gran Vía». Según la crítica de la época “Enrique Barco desgrana con lúcida clarividencia los datos esenciales del magisterio humanista de Marañón. Su sentido universalista, su espíritu de compresión, su talante europeo, su auténtica raíz hispana y su mensaje de alta, esencial, independiente actualidad.” (3).

Su segundo libro, publicado en 1963 por la Editorial Marte, también fue un ensayo: «Vosotros, los españoles» donde escribe sobre un tema bastante complejo “…los españoles, su silueta, su vida, su fondo esencial, su hacer ante la Historia y la realidad cotidiana. La tierra española, sus variedades humanas regionales, la síntesis del español como arquetipo humano…” que sin duda conduce, en muchas ocasiones, a la melancolía.

Portada de otro de sus libros (col. Antonio Alonso)


Como otros muchos escritores realizó numerosas colaboraciones en la prensa, tanto en diarios como en revistas. En 1963 fue columnista del «Diario de Barcelona», posteriormente escribe en «Arriba» de Madrid, mientras este medio, según manifestó el propio Barco Teruel, “se mantenía aún fiel al pensamiento de su fundador, José Antonio Primo de Rivera”. Pasó luego por «El Noticiero», «Solidaridad Nacional», «Los Sitios de Gerona», «Acción Sindical, revista de información de la organización sindical de Barcelona» para finalizar en 1980, de nuevo, en el «Diario de Barcelona». También colaboró con la revista «Hermandad», órgano de prensa de los excombatientes de la División Azul, que fundó Tomás Salvador en 1955.

Estos artículos trataban de historia, cultura, sociedad e incluso Fútbol ya que Enrique Barco era un gran seguidor del Real Club Deportivo Español.

En 1965 escribió un libro de viajes titulado «Ruta de Santiago. El camino francés» que contenía 56 dibujos de Juan Commeleran y Carrera al que por desgracia no hemos tenido acceso pero que, según referencias localizadas en la Red, tenía 145 páginas y era una guía de peregrinación según el “Liber Sanctic Jacobi (Codex Calixtinus)”.

Otro de los trabajos de Barco Teruel (col. Antonio Alonso)

Pero no sólo dedicó su creatividad a la filosofía y el ensayo escribiendo obras al alcance de solo unos pocos por su elevado nivel intelectual. En 1969, otra vez la editorial Marte, por cierto fundada por su compañero y camarada Tomás Salvador, publicó una novela escrita por Enrique Barco que llevaba el título «Valle del Jarama», nombre inspirado en una canción que cantaban los voluntarios norteamericanos de las Brigadas Internacionales llamada de «Red River Valley» y que empezaba con la estrofa “Hay en España un valle llamado Jarama/que es un lugar que conocemos muy bien/pues allí gastamos nuestra juventud”. En ella, Barco Teruel novelaba la trayectoria bélica de un periodista francés, idealista y liberal, que ingenuamente pensaba que, luchando en España con las Brigadas Internacionales, defendía la causa de la Libertad.

Antonio Barco Teruel en 1969

La novela está escrita en primera persona y nos resulta curioso que precisamente un idealista voluntario que luchó contra el comunismo en Rusia en la División Azul sea quien se mete en la piel, y narre las vivencias, de otro voluntario idealista, pero en este caso, en las Brigadas Internacionales. También resulta chocante, por lo infrecuente dado el sectarismo al que estamos acostumbrados a todo lo que se refiere a la Guerra Civil, que pese a pertenecer el autor y el personaje novelado a bandos totalmente contrarios, sea capaz de escribir una novela objetiva y hasta cariñosa con algunos de los que aparecen en ella.

Otra de sus obras (col. Antonio Alonso)

En 1984, con 63 años, publica su último libro, en este caso sobre un tema histórico, el intento de golpe de estado que se dio contra la República en 1934. El título del libro es bastante elocuente: «El golpe socialista (Octubre 1934)» editado por Ediciones Dyrsa. En esta obra Enrique Barco Teruel hace una investigación histórica, extraordinariamente documentada, sobre el alzamiento armado que realizó el Partido Socialista Obrero Español y la Generalidad catalana contra el Gobierno legalmente constituido en 1934. 

Barco Teruel en 1984

Un punto interesante del libro es el capítulo que trata sobre la presunta represión tras la victoria gubernamental sobre los revolucionarios. Enrique Barco se pregunta, si fueron tantos “los millares de hombres encarcelados y torturados; hombres con testículos extirpados; mujeres colgadas del trimotor por negarse a denunciar a sus deudos; niños fusilados; madres enloquecidas al ver torturar a sus hijos…”(4) como decía Dolores Ibarruri y otros líderes de izquierda… ¿dónde están los nombres de tantísimos muertos? ¿Por qué nadie puntualiza quienes fueron los asesinados, al parecer según la propaganda, a millares, a cientos? ¿Y dónde estaban las decenas de torturados, a los que les habían extirpados los testículos o colgados desde un trimotor? La respuesta a esa pregunta es sencilla, todo fue un escandaloso cuento propagandístico. «La mentira es un arma revolucionaria» al parecer es una frase de Lenin que la izquierda del pasado, la actual y, me temo que la futura, aplica sin ningún tipo de escrúpulo.

Otra obra de Barco Teruel

Entre las conclusiones que llega el autor destaca una: La República, tras la revolución roja de octubre de 1934, quedó herida de muerte y fue, finalmente rematada, con la llegada del Frente Popular tras las fraudulentas elecciones de febrero de 1936.

En definitiva un libro muy documentado, en muchos casos basándose en las propias declaraciones de los implicados, Largo Caballero, Indalecio Prieto, Serrano Poncela, Companys Jover que desmiente, otra vez, esa falacia que algunos historiadores/activistas paniaguados  pretenden vendernos sobre una arcadia feliz republicana inexistente. Su trabajo, como dice el propio autor en el prefacio del libro “…no pretende descubrir nada. Aspira, únicamente a reafirmar algunas evidencias. Evidencias que, paradójicamente, hay que demostrar”.

Fue, en definitiva, Enrique BARCO TERUEL, un intelectual de primer nivel, un miembro de la Policía leal al Cuerpo y a España del que estamos orgullosos de ser compañeros.

Notas:

1. BARCO TERUEL, Enrique: «Vosotros, los españoles», Ediciones Marte (1971). Barcelona, referencia en contraportada.
2. Foto publicada en Facebook el 8/11/2020 por Carlos Caballero en el grupo “Agrupación Capitán Urbano - División Azul (A.D.A.R.H.)”
3. BARCO TERUEL, Enrique: «Elogio y nostalgia de Marañón». Editorial Barna (1961) Barcelona.
4. BARCO TERUEL, Enrique: «El golpe socialista (Octubre 1934» Ediciones Dyrsa (1984), página 285.


Antonio Alonso Rodriguez.

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