Hoy recordamos al Policía Nacional Esteban del Amo García, miembro de los TEDAX, técnico en desactivación de explosivos de la Policía Nacional, que el 12 de junio de 1985, moría en Madrid, intentando desactivar una bomba colocada en un vehículo, estacionado en los aparcamientos de un centro comercial de El Corte Inglés, situado en la Avenida de Felipe II de la capital de España.
Poco antes de las diez de la mañana, del 12 de junio, en torno a las 9.55 horas, dos jóvenes de unos treinta años, uno de ellos una mujer, disparaban contra el coronel auditor del Ejército de Tierra Vicente Romero González-Calatayud, cuando se disponía a subirse a su automóvil, un “Simca 1200”, a la altura del número 78 de la calle General Oraá, en el barrio de Salamanca de Madrid. Testigos presenciales aseguraron que los disparos —unos quince— fueron realizados por pistolas, tiro a tiro, cuando el conductor Juan García le abría las puertas del automóvil con matrícula del Ejército de Tierra. El coronel iba vestido de uniforme y se dirigía a su despacho jurídico del Servicio Militar de Construcciones.
Policía Esteban del Amo Gracia |
Los autores del atentado descendieron de un vehículo “Renault 12” de color blanco, matrícula M-8l61--CY, aparcado delante del “Simca 1200”. Al volante del “R-12” se hallaba un tercer individuo, que emprendió la huida hacia la calle Francisco Silvela.
Pocos minutos después de haber asesinado al coronel Romero Calatayud, los terroristas abandonaron el vehículo, cargado de explosivos, en la segunda planta del aparcamiento de El Corte Inglés de la avenida de Felipe II. A partir de este momento, daba comienzo la segunda parte de la tragedia desencadenada por los terroristas, con el saldo de un policía muerto y varios agentes más heridos.
Tres jóvenes, uno de ellos bastante calvo, según algunos testigos, abandonaron el automóvil dejando las puertas abiertas. El vigilante del aparcamiento sospechó de ellos y avisó a la dirección de los grandes almacenes, quien dio parte a la policía.
Inspeccionado el vehículo, por parte de los artificieros de la Policía Nacional, Esteban del Amo García y Gerardo Puente Baldera, estos pudieron observar que en el asiento delantero había una especie de bomba. Tras un minucioso reconocimiento, comprobaron que era falso. Pero al abrir el capó trasero observaron que allí había dos cargas, de unos 12 kilogramos de ‘goma-2”. A las 11.30 horas se ordenó el desalojo de El Corte Inglés, cuando se encontraban en su interior unas 8.000 personas, lo que se produjo con rapidez y tras ponerse en marcha automáticamente el dispositivo previsto por la empresa para casos de evacuación.
Se cortaron a la circulación las calles Narváez, Goya y Felipe II, mientras el equipo de desactivación procedía a desmontar las bombas. Allí, en la segunda planta del aparcamiento, los Policías Nacionales desactivaron una, con sistema de pinza y un cebo. A las 12.27, el segundo artefacto, que contaba con un temporizador, hizo explosión y provocó la muerte del artificiero especialista Esteban del Amo García, así como heridas, de diferente consideración, al otro policía Gerardo Puente. Este servidor del orden contaría posteriormente que su compañero Esteban le advirtió de que había notado algo extraño: “Gerardo, quítate un momento que he visto algo, echándome hacia atrás”. “Yo estaba agachado, observado el vehículo por debajo de las piernas de Esteban. En el momento de levantarme sentí un enorme resplandor que me dejó ciego. Ni oí ni sentí la enorme explosión”. La terrible deflagración de la onda expansiva cogió de lleno a Esteban del Amo, que quedó destrozado, haciendo de parapeto y salvando la vida de su compañero Gerardo Puente, que cayó de forma violenta al suelo gravísimamente herido. El Policía Nacional logró levantarse y escapar del infernal lugar, mientras el coche quedaba envuelto en llamas. La imagen de Gerardo saliendo del aparcamiento, totalmente ensangrentado, descamisado y con el brazo izquierdo destrozado, fue portada al día siguiente en todos los medios de comunicación.
Gerardo Puente Baldera, el otro TEDAX herido, presentaba, gravísimas heridas en uno de sus brazos, de las que fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Provincial, donde fueron internados otros cinco policías y un guardia municipal, con heridas leves.
Esteban del Amo García tenía 35 años. Era natural de Segovia, estaba casado y tenía dos hijas de corta edad. Desde cinco años antes de su asesinato pertenecía al equipo de artificieros de la Policía Nacional. Sus restos fueron inhumados en la intimidad en el cementerio de Carabanchel en Madrid.
¡¡Dulce et decorum est pro patria mori!!
Ignacio de Juana Chaos, Juan Manuel Soares Gamboa y Belén González Peñalva, fueron condenados como autores directos de los tres crímenes fueron condenados en 1989 a penas entre 58 y 229 años.
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