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miércoles, 13 de mayo de 2020

¡Vergonzoso!

Al parecer, a ese malvado frailero que tenemos de Vicepresidente II del Gobierno no le gusta ver Banderas de España en los balcones y ventanas de los españoles, hasta el punto de andar maquinando para ver si existe algún subterfugio para obligar a retirarlas.

Jamás y esto viene de antiguo, a los comunistas y demás ralea nunca les ha gustado nuestra Bandera hasta el punto, una prueba de ello la tenemos en sus mítines, concentraciones y manifestaciones, en la que jamás, aparece una Bandera de España.  


Podemos ver, eso si, desde banderas, más bien trapos, multicolores, pasando por la ilegal de su tan "añorada" II República, los años más oscuros y críticos de nuestra Historia reciente; la de la antigua URSS, ejemplo de la más férrea dictadura o, mejor, de la democracia del "tiro en la nuca", la que, a tenor de los que nos enseñan los tiempos, es la que con más asiduidad han practicado; cuatribarradas con estrellas de cinco puntas; hasta otras de países tan "prósperos" como Cuba o Corea del Norte, por citar algunos ejemplos. 

Es razonable que si se observa una concentración de personas incumpliendo las normas dictadas, se proceda a su identificación, pero no por el mero hecho de enarbolar la misma sagrada Bandera que nosotros llevamos, con orgullo, en nuestros uniformes y pintada en nuestros vehículos. Eso no justifica nunca tal medida.

En estos días, se está planteando el debate sobre si la Policía se dedica a identificar a todos los ciudadanos que la portan, creando un ambiente de crispación contra todos aquellos que vestimos el uniforme azul del C.N.P.

Conocemos a los policías, pues hemos tenido el honor de mandarlos, y por eso sabemos que eso no se ajusta a la realidad. Puede que, en algún caso aislado, como aquel del que hablamos en la Castellana de Madrid, el actuante de turno adoptase una actitud que criticamos y, escuchando sus palabras, nos dolió en el alma, tanto su tono de voz como la propia respuesta que le da a la mujer que fue objeto de la identificación. 

Incluso, si se nos apura, la actuación en la plaza Nueva de Sevilla, cuyo video también circula por ahí, nos parece poco ajustada, toda vez que se trataba de no más de diez personas, debidamente separadas y provistas de mascarillas, que simplemente, enarbolaban la enseña Nacional.

En este caso, desconocemos que originó aquella intervención, aun cuando, tal vez, se pudiese haber saldado sin identificación alguna, aun cuando todos sabemos y los que hemos estado al frente de Unidades de Seguridad Ciudadana, con más motivo, que con ocasión de la celebración de manifestaciones o concentraciones, se hace necesario identificar a alguno de los promotores. Pese a todo, este no es el caso, ya que aquellas diez personas se encontraban, simplemente, ejerciendo un derecho fundamental, pasear libremente o estar parados, debidamente separados, en una plaza pública.

Sin embargo, insistimos, desconocemos el origen de la intervención. Todo lo contrario que lo sucedido en Madrid, en el barrio de Salamanca, donde está debidamente justificada la intervención con solo ver los videos que circulan por ahí y en especial, el arrogante ciudadano que se presenta ante la dotación con los brazos en alto, ¿con que fin lo hace? Todos lo sabemos, para llamar la atención y provocar al resto del público ya que, por lo que hemos visto, no recordamos que portase bandera alguna y aunque así fuera, si es identificado, se aproxima a los Policías, muestra su DNI y se terminó la intervención. 

De todas formas, si nos llama la atención un extremo y por eso nos preguntamos, ¿que finalidad se le da a los datos obtenidos en estas identificaciones? Suponemos que la de siempre, figurar en un parte y nada más, toda vez que si alguien es identificado por el mero hecho de portar una Bandera de España, no existe base legal alguna, al menos de momento, para proponerlo para sanción.

De todas formas, puede darse el caso de que alguien, siempre hay alguno -los hay en la Policía, en la misma medida que en la Guardia Civil, en el Ejército, entre los fiscales y jueces y no digamos entre los periodistas-, con el fin de granjearse la amistad política del de turno, en especial del que manda, filtre esos datos con otro fin y así que el malo -los perversos comunistas, podemitas, antisistema y demás canalla- posea datos de los buenos que somos el resto de los españoles.

Pero volviendo al origen de estos comentarios. Mire Vd., señor Ministro, yo he jurado defender esa Bandera y lo he hecho en varias ocasiones, como Soldado, como civil, vistiendo el uniforme de Policía e, incluso, como Oficial Reservista de los Ejércitos y ni usted, ni nadie, me va impedir que la defienda y la luzca donde y cómo a mi me de la real gana, ¡faltaría más!

Sabemos, repito, que ese impresentable, malvado y sectario Vicepresidente II del Gobierno, ese comunista radical, indigno y cobarde, pretende que se eliminen las Banderas de España de los balcones. No le gusta que los españoles protestemos, no le gusta que los españoles nos manifestemos ya que, según cree, esos derechos son solo patrimonio de los que piensan  como él. Grave error, esto no es Venezuela.

Para terminar, que sepa ese indigno personajillo, que yo tengo una Bandera de España colocada, de forma bien visible en mi balcón y si tiene lo que hay que tener que venga él a retirármela. Pero que no mande a nadie, que venga él en persona.

¡Aquí te espero machote!

Eugenio Fernández Barallobre,
Administrador del blog.

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