Poco antes de entrar en vigor la reforma referida en el Real Decreto de 4 de mayo de 1906 (Gaceta del 16), por la que los Cuerpos de la Policía Gubernativa pasaban a depender de la Subsecretaría de la Gobernación, por delegación del Ministro, contabilizamos la primera baja habida en el Cuerpo de Vigilancia.
Este luctuoso hecho, que costó la vida al Inspector del citado Cuerpo, Joaquín Artigas, adscrito a la “Ronda Especial” de la plantilla de Barcelona, se produjo, alrededor de las nueve de la mañana, del día 28 de febrero del citado 1906.
El día anterior, había sido denunciado el robo con fuerza, cometido en el almacén de tejidos “Feliú”, situado en el inmueble nº 39 de la calle Caspe de la ciudad condal, en el que fue saqueada su caja de caudales.
Según refiere el Comisario Comín Colomer, en su obra “Libro de Oro de la Policía Gubernativa”, personados, a primeras horas de la mañana de aquel fatídico último día del mes de febrero, los Inspectores Carbonel y Artigas, acompañados de varios Agentes del Cuerpo de Vigilancia, en el lugar de los hechos con el fin de iniciar las pertinentes investigaciones, interrogar a posibles testigos y realizar la correspondiente inspección ocular, iniciaron las gestiones con el interrogatorio de la portera del inmueble, residente en el mismo inmueble, con el fin de verificar si podía aportar algún detalle conducente al esclarecimiento del hecho.
El interrogatorio lo llevó a cabo el Agente Dolset Marín a quien le despertó sospechas el hecho de que la mujer en cuestión no hubiese visto, ni oído nada, motivo por el cual trató de ahondar más en su testimonio.
En ese trance, observó a un individuo descendiendo apresuradamente por las escalares del inmueble con dirección a la calle. Como quiera que tanto su actitud, como sus palabras y ademanes, le parecieron sospechosos, procedió a identificarse, momento en el que el individuo en cuestión extrajo una pistola con la que hizo fuego sobre el Agente quien logró esquivar el tiro.
Alertado por la detonación el Inspector Artigas, accedió al portal abalanzándose sobre el autor del disparo y entablándose un forcejeo entre ambos, momento en el que sonó un segundo disparo que impactó en la zona femoral izquierda del Inspector que comenzó a desangrarse.
Mientras el Agente Dolset lo auxiliaba, el Inspector Carbonel procedió a reducir y detener al homicida, que resultó ser Buenaventura Molins Moragas, alias “Ventureta”, de 36 años, hijo de la portera del inmueble con quien residía y con numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad.
En el momento que el Inspector Carbonel y varios Agentes trasladaban al detenido a la Comisaría, se vieron en la necesidad de impedir que fuese linchado por un gran número de ciudadanos que habían concentrado en el lugar de los hechos que, pese a todo, le asestaron gran cantidad de golpes.
Por su parte, el Inspector Artigas, fue conducido a la Casa de Socorro del Distrito, donde falleció desangrado mientras le efectuaban una primera cura de urgencia.
El entierro del infortunado Inspector se verificó al día siguiente, constituyendo una auténtica manifestación de duelo, contando con la presencia de numerosas Autoridades y de cientos de barceloneses.
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