La anti España

En estos momentos de angustia, de crisis nacional, en la que se están muriendo miles de españoles, aparecen en escena, como siempre, los elementos más recalcitrantes y miserables de la anti España.

La escoria anti española, en este caso los herederos de la ETA, aquella banda asesina que llenó de sangre España y que tan solo de entre las filas de la Policía, se llevó por delante a 151 de nosotros, eso sin contar Guardias Civiles, Militares y españoles en general; y los que provocaron el intento de golpe de Estado en Cataluña, con el fin de romper la sagrada unidad de España, todos ellos, ahora, aprovechando el río revuelto, se descuelgan solicitando que determinados supuestos penales sean despenalizados.

La proposición de ley que ha presentado, “el Grupo Parlamentario Esquerra Republicana-Euskal Herria Bildu”, persigue “modificar la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, para despenalizar las injurias a la Corona y los ultrajes a España”. 

Con ello, aduciendo una falsa "libertad de expresión que debe existir en una sociedad democrática", que, sin embargo, para ellos no tiene el mínimo valor ya que llevan años saltándose a la torera todas las normas que protegen esa democracia de la que hablan, empezando por la Constitución, podrán dedicarse, impunemente, a quemar nuestra sagrada Bandera, por la que han muerto miles de españoles a lo largo de la Historia, entre ellos, cientos de Policías de todos los tiempos, e insultar libremente al Rey, quemando sus retratos.

Estos canallas indignos, que jamás deberían ocupar puestos de representación en las Instituciones que representan la soberanía de España, esa a la que ellos odian, aprovechan estos momentos de zozobra para tratar de salirse con la suya. El colmo de la miseria humana y de la maldad de unos canallas para los que los demás españoles no contamos.

No debemos permitir, aunque solo sea por respeto a nuestros muertos y a nuestra Historia, que una proposición como esta pueda salir adelante. Es hora ya de despertar y reaccionar contra los que pretenden destruirnos.

¡Malditos canallas, miserables!