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sábado, 16 de febrero de 2019

1995. Muere en Endarlaza (Navarra) el Policía Nacional Eduardo López Moreno al estallarle una bomba trampa

Alrededor de las tres y media de la tarde del jueves 19 de abril, el Policía Nacional Eduardo López Moreno fallecía en Endarlaza (Navarra) al estallarle una bomba-trampa dejada por ETA y compuesta por cinco kilos de amerital, un explosivo de gran potencia acompañado de un mecanismo temporizador. 

El artefacto lo había colocado la banda terrorista ETA en la planta baja de la antigua casa cuartel de la Guardia Civil de esa localidad navarra. La banda terrorista pretendía atentar contra las patrullas de guardias civiles que periódicamente acudían a inspeccionar el edificio abandonado. La vieja casa cuartel estaba justo en el límite fronterizo con Guipúzcoa, y al borde del río Bidasoa. 

Policía Eduardo López Moreno

El agente López Moreno habría acudido solo a inspeccionar el edificio abandonado. El motivo por el que Eduardo acudió allí nunca se llegó a saber con exactitud. Su viuda afirmó que Eduardo había ido al río Bidasoa a pescar y, posiblemente, entró en el inmueble al observar a alguien o algo sospechoso. Otras fuentes policiales reprodujeron la interpretación de un compañero de la víctima, que manifestó que López Moreno le había comentado que, al hallarse fuera de servicio, iba a dirigirse a la casa cuartel para buscar cerraduras que pudiera luego utilizar y, de paso, echar un vistazo. 

Una patrulla de la Guardia Civil, que acababa de pasar al lado del cuartel, escuchó la explosión y volvió para ver qué había ocurrido. Allí se encontraron el cuerpo destrozado de Eduardo López Moreno. En las inmediaciones del cuartel, que sufrió grandes daños, se localizó un vehículo Ford Scort, de color azul claro, propiedad del Policía Nacional. 

Tras realizar un primer rastreo de las inmediaciones del pequeño edificio del cuartel, situado en un paraje aislado y sin viviendas a su alrededor, se comprobó que allí se hallaban los restos, irreconocibles, de una persona que, según determinó la investigación, murió al manipular el artefacto. Su identificación fue posible gracias al anillo de compromiso del agente López Moreno 

El examen realizado posteriormente por los Gedex (Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos) de la Guardia Civil permitió hallar un temporizador de sesenta minutos de la marca francesa Coupatan, utilizado habitualmente por ETA. 

Lugar donde se produjo el atentado

La Delegación del Gobierno en Navarra confirmó que el cuartel de Endarlaza se encontraba cerrado desde hacía dos años. 

Ese mismo día por la mañana, en torno a las 8:05 horas, ETA atentaba contra el entonces líder de la oposición y presidente del Partido Popular, José María Aznar que se salvó milagrosamente de morir. A consecuencia del atentado, quedó gravemente herida Margarita González Mansilla, sepultada debajo de su vivienda a escasos metros del lugar donde explotó el coche-bomba, en la calle José Silva de Madrid. Margarita estuvo en coma hasta su fallecimiento el 22 de julio. En el atentado resultaron heridas además una veintena de personas que sufrieron quemaduras y traumatismos de diversa consideración, entre ellas el líder del PP, aunque éste de carácter leve. 

La capilla ardiente de Eduardo López Moreno fue instalada en las dependencias del cuartel de la Policía Nacional de Pamplona. Su funeral se celebró al día siguiente en el propio cuartel con la presencia del director general de la Policía Nacional, Ángel Olivares, y de diversas autoridades navarras civiles, militares y policiales. Dos compañías de la Policía Nacional formaron en el patio del acuartelamiento donde se celebró la Misa. Al finalizar la misma, el féretro de Eduardo, envuelto en la Bandera Nacional y a los acordes de la Muerte no es el final fue introducido en un furgón funerario para trasladarlos a Montilla, de donde era natural su esposa, y donde fueron cristianamente sepultados, ante la presencia de centenares de vecinos de Montilla y de pueblos limítrofes, así como de las primeras autoridades civiles, militares y policiales de Córdoba. 

En 2015 la Audiencia Nacional procesó a tres etarras del comando Ibarla de ETA, entre ellos a la que había sido líder de la banda Iratxe Sorzabal Díaz, detenida en septiembre de ese año en Francia, por la muerte en 1995 del policía Nacional Eduardo López Moreno, así como a sus compañeros de comando Marcos Sagarzazu Oyarzábal y Francisco Javier Irastorza Dorronsoro, que fueron entregados por Francia en 2007 por la colocación de unos artefactos en Valencia. 

Según el juez, sobre los tres había pruebas suficientes para juzgarlos por la muerte el 19 de abril de 1995 del Policía Nacional Eduardo López Moreno en un cuartel de la localidad navarra de Endarlaza cuando explosionó una bomba que habían colocado allí unos meses antes. 

El procesamiento de los tres se basó en varios informes policiales y en la documentación intervenida en el registro en 2002 de un "zulo almacén" en la localidad francesa de Castres, donde se encontró un documento manuscrito de Iratxe Sorzabal en el que describía varios de los hechos cometidos por el comando junto a "Marcos y Xavi", en referencia a los otros dos miembros del comando procesados. 

Entre las acciones que describía se contaba la colocación del explosivo en el mencionado cuartel, explicaba el juez, que aclaraba que si bien ella no colocó materialmente el explosivo, sí era miembro activo del comando e intervino en la preparación y transporte del artefacto. 

Un informe de la Guardia Civil concluía además, basándose en la declaración de la etarra y en varios documentos, que fueron los dos hombres procesados los que pusieron el artefacto el 29 de enero de 1995. El magistrado pidió a Francia que entregase a España a Sorzabal para que pudiese ser juzgada. 

Sorzabal, nacida el 6 de noviembre de 1971 en el municipio guipuzcoano de Irún acusada de pertenecer a ETA desde los primeros años noventa, integrada en el comando, llamado 'Ibarla', entre 1994 y 1997, huyó a Francia, donde fue detenida en 1997, tras lo que el Tribunal Correccional de París la condenó a dos años de prisión por asociación de malhechores con fines terroristas. Una vez cumplida esta condena, en 1999 fue expulsada a España en virtud de una prohibición de residencia en territorio francés. Sorzabal, se integró entonces en el comando etarra 'Sugoi', desarticulado en 2001, autor presuntamente de la colocación del coche bomba que acabó con la vida de un mozo de Escuadra en Rosas (Gerona) en 2001. Aquel año fue detenida en Rentería por su presunta relación con el comando 'Galicia' que en aquellos momentos ultimaba un atentado con coche bomba contra el entonces presidente de la Xunta de Galicia Manuel Fraga Iribarne. Además, fue parlamentaria de Herri Batasuna. 

El 4 de abril de 2001, fue condenada a prisión incondicional por su relación con el asesinato del policía Eduardo López Moreno; de la colocación de cinco artefactos explosivos en El Corte Inglés de Valencia, cuyo estallido causaron la muerte de Josefina Corresa en diciembre de 1995 y del asesinato del ertzaina Ramón Doral Traballero con una bomba-lapa en los bajos de su vehículo en 1996. No obstante, el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno se vio obligado a dejarla en libertad, a petición del fiscal Fernando Burgos, por falta de pruebas consistentes de las tres acciones terroristas. La presunta etarra había relatado días antes el asesinato de López Moreno, pero ante el juez se negó en redondo a declarar. Tras permanecer un tiempo en prisión denunció haber sufrido torturas por parte de agentes de la Guardia Civil, Sorzabal fue puesta en libertad provisional en septiembre de 2001 y en diciembre de 2003 quedó finalmente en libertad por falta de pruebas, integrándose en la estructura de la izquierda abertzale como portavoz de Gestoras Pro Amnistía en Guipúzcoa y pasando con posterioridad a la clandestinidad. 

El Tribunal Correccional de París la condenó en rebeldía en junio de 2006 a tres años de cárcel por su pertenencia al aparato político de ETA. 

En 2013 fue de nuevo condenada en rebeldía como cómplice de asesinato en el juicio en el que se impuso la cadena perpetua a Mikel Carrera Sarobe por el asesinato de dos guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero en Capbreton en 2007. 

Iratxe Sorzábal fue adquiriendo mayor peso dentro de ETA a medida que iban siendo detenidos sus compañeros y las cúpulas terroristas. La terrorista fue uno de los tres etarras que leyeron el comunicado -con el rostro cubierto- en el que anunciaban su disolución. Por entonces, era la jefa del aparato militar de la banda. 

La trayectoria de Iratxe Sorzábal está marcada por el asesinato del Policía Nacional Eduardo López Moreno. También con el doble crimen de Capbretón, en 2007, en el que fueron asesinados dos agentes de la Guardia Civil. 

En septiembre de 2015 fue detenida en Francia junto a David Pla, quien era considerado como el número uno de la estructura terrorista. A la operación se le bautizó con el nombre de Pardines, en recuerdo del agente de la Guardia Civil, originario de Malpica de Bergantiños, al que ETA convirtió en su primera víctima mortal en 1968. 

David Pla cumple en la actualidad condena en una prisión francesa y se le considera como el ideólogo que ha estructurado la extinción de la banda terrorista. Aún mantiene algunas labores de cohesión entre los presos de la banda, organizados bajo el colectivo de EPPK. 

Fuentes de la lucha antiterrorista española han considerado a David Pla e Iratxe Sorzábal como los jefes de envergadura que aún gestionan los últimos estertores de ETA. En libertad queda David Urdin, cuyas labores se centran en la coordinación de los últimos zulos en los que quedan armas de la banda terrorista y en limpiar las huellas de las armas para ocultar las identidades de los autores materiales de los crímenes que están todavía sin resolver. 

En 2018 se conoció que la justicia francesa estaba dispuesta a entregar a la justicia española a la última jefa militar de ETA, Iratxe Sorzábal. La noticia fue comunicada por la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París. El tribunal galo aceptó dos de las tres órdenes de la Audiencia Nacional que pedían su extradición a España, por lo que la terrorista será entregada para que cumpla sus cuentas pendientes en cuanto termine su pena de prisión en Francia. 

En noviembre de 2018 el Tribunal de Apelación de París aplazaba al mes de enero próximo el examen de una demanda española para la entrega de la dirigente etarra Iratxe Sorzábal por su presunta implicación en varios atentados 

Por las condenas que ya se han dictado contra ella en Francia, Sorzábal debería permanecer en prisión al menos hasta 2027, según recordó la presidenta de la sala de instrucción del tribunal de apelación francés. Cuando sea entregada definitivamente a las autoridades españolas se verá en sala la causa abierta por la Audiencia Nacional en relación con el asesinato de Eduardo López Moreno, aún pendiente de resolución judicial. 

El Policía Nacional Eduardo López Moreno, de 38 años, era natural de Montilla (Córdoba), donde fue enterrado. Vivía en Vera de Bidasoa desde quince años antes de ser asesinado y estaba destinado en el puesto de la localidad navarra de Echalar. Estaba casado y tenía tres hijos, de 18, 15 y 10 años. 

De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió a Eduardo López Moreno la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo. 

Carlos Fernández Barallobre. 

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