La revista del Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico, se hace eco, en uno de los números publicados en 1942, de una serie de consejos prácticos dirigidos fundamentalmente a los Policías de nuevo ingreso; se trata de un pequeño manual de consejos para una mejor prestación del servicio y para que el Cuerpo adquiera el carisma que, desde el principio, se le pretende dar.
En primer lugar, mantener siempre vivo y presente el concepto de la disciplina como elemento fundamental cohesionador del Cuerpo. Otro aspecto muy importante es la uniformidad, auténtico escaparate del Instituto; para ello además de mantenerlo siempre en perfecto estado de revista, hay que huir del empleo de prendas ajenas. Todo ello acompañado de la exigencia de un aseo personal esmerado.
De igual modo, otro de los consejos u orientaciones a tener en cuenta por los Policías es el trato deferente que merecen superiores, compañeros y ciudadanos, este trato debe ser en todo caso exquisito, como también tiene que serlo el comportamiento observado fuera de servicio, incluso vistiendo de paisano.
En el aspecto puramente militar, consejos como el entretenimiento del armamento, el grado de instrucción o de la obligación del saludo, han de convertirse en claves de conducta a observar por el Policía.
La exigencia inexcusable del cumplimiento del servicio encomendado, sea dentro del Cuartel o en la calle, ha de convertirse, por encima de cualquier otra consideración, en la obligación primordial del Policía. A esto hay que añadir la necesaria puntualidad y la permanencia en el puesto asignado que no debe ser abandonado bajo circunstancia alguna.
Educación, corrección y cordialidad en el trato con el público, sea cual sea la situación de la intervención, han de convertirse en marchamo del Cuerpo y de sus integrantes.
La exquisita corrección en el trato con el personal militar o del Cuerpo General de Policía; la permanente predisposición a la colaboración caso de ser requerida, deberán ser aspectos a los que ha de ajustarse la actuación de un Policía.
Finalmente, el mantenimiento de un alto nivel de instrucción como instrumento fomentador de las virtudes castrenses y la práctica habitual del deporte, serán normas básicas de observación por todo Policía Armado.
Todo un catálogo de normas a tener en cuenta por el Policía de nuevo ingreso.
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