Nuestro buen amigo y caloborador, Carlos Fernández Barallobre, nos remite estas fotografías y el comentario que las acompaña, relativas a unos incidentes ocurridos en Nou Camp, durante un encuentro de la primera División de Fútbol, entre el Barcelona y el Málaga, en febrero de 1977.
"El árbitro del colegio madrileño, Ricardo Melero Guaza, sufría una agresión al final del encuentro del campeonato Nacional de Liga entre el Barcelona-Málaga disputado en el Nou Camp de la ciudad Condal el 6 de febrero de 1977. El Barcelona ganó por 2-1 y el colegiado estuvo muy desafortunado al dar validez a un gol con la mano y en claro fuera de juego del jugador del Málaga, Esteban; ignorar un claro penalti a Cruyff y anular un gol al gran jugador holandés que protestó la decisión airadamente. Melero le mostró tarjeta amarilla y de seguido, ante un comentario de Johan Cruyff, la tarjeta roja y le expulsó del terreno de juego. En el acta Melero escribiría que expulsó a Cruyff por insultarle al llamarle hijo de p….
La Policía Armada intervine en el Nou Camp |
Rodeado de futbolistas, el árbitro se mantuvo impasible y Johan tuvo que abandonar el campo. Unos días después del encuentro, mientras las autoridades decidían imponer las vallas en los estadios de fútbol de España, Cruyff se dedicó a afirmar, en jurar, que solamente había exclamado “¡Manolo, marca ya!” dirigiéndose a su compañero Clares. Hubo incluso, un careo entre jugador y arbitro en el que Johan se mantuvo inalterable en su declaración.
Antes de la expulsión de Cruyff, los jugadores del Málaga habían detenido a un espectador que saltó al campo con una señera en mano y a otro con una muleta. Cuando Melero pitó el final del encuentro, cuatro personas saltaron al campo y golpearon con fuerza al colegiado, abriéndole una brecha en la cabeza, teniendo que ser protegido por Fuerzas de la Policía Armada, incluso en su salida del estadio hacia el aeropuerto. En los aledaños del campo barcelonista, unos dos mil exaltados aficionados incendiaron una furgoneta de RTVE y se enfrentaron a la Policía que realizó varias cargas con el balance de 12 heridos. Cruyff fue suspendido cautelarmente, luego le caerían tres partidos y el Barcelona multado con 200.000 pesetas pero sin cierre de campo, algo que sorprendió a todo el mundo de fútbol.
Policías Armadas en el Nou Camp |
Dos días después el individuo que había agredido al árbitro señor Melero Guaza, se presentó voluntariamente en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona. Se trataba del socio del Barcelona número 54.436. Con anterioridad a su presentación voluntaria en la Jefatura, la policía había efectuado una serie de gestiones que permitieron conocer la identidad del agresor. Una vez tramitadas las diligencias oportunas, el agresor quedó en libertad. El árbitro Ricardo Melero recibió innumerables amenazas de muerte y optó por retirarse del arbitraje. Años después, siendo ya entrenador del Barcelona, Cruyff echó por tierra su propia leyenda. “Con todas las letras se lo dije: hijo de puta”, admitió el holandés rememorando aquella tarde de 1977".
No hay comentarios:
Publicar un comentario