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domingo, 8 de abril de 2018

El asesinato del Comisario Brabo Portillo (1919)

Alrededor de las 13,45 horas del viernes, 5 de septiembre de 1919, la calle Córcega de Barcelona fue escenario de un atentado terrorista que costó la vida al Comisario del Cuerpo de Vigilancia, de la plantilla de la Ciudad Condal, Manuel Brabo Portillo. 


Aquella tarde, el Comisario Brabo, regresaba a casa en el Tranvía nº 38 tras efectuar unas compras, apeándose en la calle Córcega, dirigiéndose a pie al inmueble nº 99 del Paseo de Gracia donde vivía. 

El Comisario Manuel Bravo Portillo (Nuevo Mundo)

A llegar al cruce con la calle Santa Tecla, se escucharon varias detonaciones, alcanzando uno de los disparos al Comisario de Policía que, mortalmente herido, cayó al suelo a la altura del portal el inmueble nº 7 de la citada calle Santa Tecla. 

Rápidamente, auxiliado por los vecinos, fue conducido al dispensario de la plaza Rius y Taulet, donde los facultativos le apreciaron una herida de arma de fuego con orificio de entrada en la región inguinal derecha y dos más en la región renal del mismo costado, siendo los tres mortales de necesidad. Falleciendo, momentos después, en el mismo dispensario. 

Al parecer, el Comisario Brabo era seguido por tres individuos que se apearon del tranvía en la misma parada, siendo estos los autores del vil y cobarde asesinato. 

El Comisario Brabo Portillo, había llegado a Barcelona diez años antes con el empleo de Inspector-Jefe, habiendo prestado servicios en las Delegaciones de Atarazanas, Audiencia, Universidad, Lonja, Sur y Hospital. 

Entierro del Comisario Bravo Portillo (Nuevo Mundo)

Posteriormente desempañó el cargo de Jefe de la Brigada de Espectáculos y más tarde se puso al frente de la de Investigación Criminal. Con motivo de su ascenso a Comisario pasó destinado a Madrid, de donde regresó, en comisión de servicio, para ponerse al frente de la Brigada de Servicios Especiales, encargada de la represión del anarco-terrorismo, bajo cuyo mando tuvo que enfrentarse a graves situaciones relacionadas con la inestabilidad social que por aquellos años vivía Barcelona. 

En el momento de su asesinato había recibido la orden del volver al servicio activo tras estar separado del mismo durante un breve espacio de tiempo. 

En cuanto a los hechos, se sabe que los asesinos, sin duda de filiación anarquista, hicieron más de veinte disparos contra el Comisario, si bien la mayoría no lograron hacer blanco; igualmente se pudo determinar que el Policía repelió la agresión, haciendo fuego con el arma que portaba. 

El entierro constituyó una manifestación popular de duelo que estuvo presidida por el Capitán General y las primeras Autoridades de Barcelona. 

El Comisario Brabo Portillo, estaba en posesión de una Cruz Roja del Mérito Militar. 


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