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viernes, 7 de julio de 2017

1979. El GRAPO asesina en Madrid al centinela de la Comisaría del Distrito de Universidad, el Policía Nacional Deogracias Hernández Rodríguez

A las cuatro de la tarde del día 20 de julio de 1979 era ametrallado en Madrid el Policía Nacional Deogracias Hernández Rodríguez, mientras hacía guardia de centinela a la puerta de la Comisaría de Universidad, de la calle Rey Francisco 15. 

Los hechos ocurrieron, en un momento en que la calle estaba completamente desierta. Un taxi se acercó a poca velocidad. En él viajaban dos hombres, uno de ellos situado en la parte posterior. Al pasar frente a la Comisaría, este último efectuó varios disparos con una ametralladora contra el policía nacional que realizaba servicio de centinela. Un compañero que montaba la guardia en el interior del edificio se percató del peligro y gritó ¡Tírate al suelo!», pero todo ocurrió con demasiada rapidez. Deogracias había sido abatido ya por varios impactos de bala que lo alcanzaron en el pecho. Los compañeros lo recogieron en el suelo, ya cadáver, en medio de un gran charco de sangre, mientras los agresores huían a toda velocidad por la calle Ventura Rodríguez en dirección a la plaza de España. El cadáver del policía fue trasladado a la clínica de la Concepción, donde le apreciaron un impacto de bala a la altura de la axila izquierda, sin orificio de salida, que le atravesó el tórax transversalmente y le afectó varios órganos vitales.

Policía Nacional Deogracias Hernández Rodríguez

En la fachada de la comisaría quedaron marcados con claridad al menos cinco impactos de balas. Dos se alojaron en la puerta de entrada de la Comisaría y otros tres perforaron la madera y un cristal, penetrando en el interior del edificio. El comando asesino contó en su huida con un grupo de apoyo que en la calle Víctor Pradera esperaba en un Seat 127 azul aparcado, la llegada del taxi en el que circulaban los autores del atentado y que había sido robado por la mañana. En este punto se trasladaron al nuevo vehículo, abandonando el taxi robado. De inmediato la Policía Nacional y la Guardia Civil montaron estrictos controles en la carretera de La Coruña. 

La operación de búsqueda de los autores estuvo orientada en dirección a localizar ambos vehículos citados. Un helicóptero sobrevoló la zona de la plaza de España y varios vehículos policiales persiguieron un Seat 127 azul, visto por las inmediaciones de la glorieta de Atocha. A las siete menos cuarto de la tarde, la sala del 091, ordenaba por radio a los coches-patrulla la persecución de taxi modelo 132, matrícula M-5415-DF, en el que podían viajar los autores del atentado por la calle de María de Molina. Ambas operaciones resultaron infructuosas. 

La muerte de Deogracias Hernández fue instantánea, según informaron en la clínica La Concepción. La esposa del fallecido, Luisa Barragán, acudió a la clínica a las seis menos cuarto de la tarde. La joven canaria no conocía aún la muerte de su esposo. La trágica noticia le fue dada por el coronel jefe de la Policía Nacional que salió a recibirla, y la joven esposa, presa de un ataque de nervios, se arrojó desmayada llorando en sus brazos.

A la clínica acudieron el ministro del Interior, teniente General Antonio Ibáñez Freire; el director de la Policía, José Sainz, y el gobernador civil, señor Rosón, que visitaron la sala donde se encontraba el cadáver del policía asesinado.

A la salida el ministro del Interior declaró a los periodistas que aunque se desconocía la identidad de los autores del atentado, por sus características se sospechaba cuál era el grupo que había podido cometerlo. El señor Ibáñez Freire añadió posteriormente que era posible de que se tratase de una respuesta del grupo terrorista GRAPO a las medidas tomadas por la policía días pasados. 

En un comunicado enviado al diario Ya de Madrid, el siniestro grupo terrorista GRAPO se responsabilizaría el día 22 de la autoría del ametrallamiento contra el centinela de la Comisaría del distrito de Universidad, avisando de que en una cabina telefónica del barrio de Vallecas, había un comunicado de la organización. Hasta allí se desplazó un redactor del periódico de la Editorial Católica y recogió una cuartilla blanca doblada en la que decía que el atentado al Policía Nacional se había realizado en recuerdo del golpe fascista del 18 de julio de 1936 y en respuesta a la emboscada que la policía había tendido a la organización el pasado día 18 de julio en el barrio madrileño de Ventas 

A primera hora de la noche, y una vez que los forenses realizasen la autopsia del cadáver, quedó instalada en la Academia Especial de la Policía Nacional, en Canillas, la capilla ardiente del Policía Nacional Deogracias Hernández. Por ella pasaron el ministro del Interior, Ibáñez Freire, Gobernador civil de Madrid; Capitán General de la Región Militar Teniente General Quintana Lacaci; director general de la Policía José Sainz; Director de la Guardia Civil Teniente General Fontenla Fernández; mandos policiales, así como miembros de la Policía Gubernativa, Policía Nacional, Guardia Civil y Ejército. El cadáver de Deogracias fue velado durante toda la noche y madrugada por compañeros policías del fallecido. 

A la mañana del día siguiente, en la propia Academia, se llevó a cabo el funeral por el alma del Policía Nacional asesinado. En un lugar preferente se situaron los familiares de la víctima y las primeras autoridades con el ministro del interior y los directores generales de la Policía y Guardia Civil a la cabeza, comisiones militares de los tres ejércitos, Guardia Civil y gran cantidad de compañeros policías Nacionales. Dos compañías de la Policía Nacional se hallaban formadas en el patio. El oficiante recordó lo hermoso que era ofrendar la vida en defensa y protección los demás, como había hecho el Policía Nacional asesinado. 

Al finalizar el oficio religioso los presentes entonaron el Himno de la Policía Nacional. El féretro del Policía Nacional Deogracias Hernández fue traslado de seguido al aeropuerto de Torrejón desde donde partió en un avión militar con destino al aeropuerto de Gando en las Palmas de Gran Canaria, donde sería enterrado en el pueblo de Tuineje, que se lanzó en masa a la calle para acompañar los restos mortales del servidor del orden asesinado. 

Deogracias Hernández Rodríguez, había nacido hacía 25 años en la -población de Tuineje (Las Palmas), Estaba recién casado, y se encontraba en período de prácticas en Madrid desde el pasado día 1 de abril, perteneciendo a la tercera Compañía, de la 14 Bandera de guarnición en la capital de España. Su periodo de prácticas concluiría el día 31 del mes de julio, fecha en que pasaría a formar parte de la 16 Compañía de la Reserva General, con sede en Pamplona. Antes de incorporarse a la Policía Nacional era de profesión administrativo.

De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.

Carlos Fernández Barallobre.

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