El suceso que a la postre provocó la muerte del Guardia de Seguridad Sáez Cogollos de la plantilla de Bilbao se originó alrededor de las ocho y media de la tarde del día 16 de marzo de 1922.
El Guardia formaba parte, junto con otro de su mismo empleo y un Agente del Cuerpo de Vigilancia, de la escolta del Gobernador Civil de Vizcaya. Aquella tarde, el Gobernador, salió a pasear las calles del centro bilbaíno en unión de unos amigos. Al llegar a la plaza de Alvia, la escolta, se percató de la presencia de un grupo de individuos que les infundieron sospechas motivo por el cual se les aproximaron con el fin de identificarlos y cachearlos.
Percatándose los individuos de la acción policial se dieron a la fuga hacia la plaza Uribitarte, siendo perseguidos por el Agente y por el Guardia Sáez. Una vez en la línea del ferrocarril de Portugalete, los individuos se parapetaron tras una caseta efectuando un total de veinte disparos contras los agentes perseguidores, uno de los cuales alcanzó al Guardia en el vientre de resultas del cual falleció al día siguiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario